Explicaciones cuando pase el dolor

La emoción va por un lado. Y la indignación, a medida que pasan las horas, por otro. A la Conmebol le resulta cada vez más difícil negar sus supuestos vínculos con Lamia, la extraña aerolínea de bandera boliviana que creció de modo notable porque era la favorita de selecciones y de equipos de la región, Argentina incluida.

El miércoles por la noche fue imposible no emocionarse con las casi cien mil personas que desbordaron el estadio Atanasio Girardot, de Medellín, con sus camisetas blancas, velas y coros, llantos y rezos para recordar a los 19 jugadores del modesto Chapecoense. Imposible no emocionarse viendo que, simultáneamente, en la cancha más humilde del “Chape”, donde se harán los funerales masivos, se hacía una ceremonia similar.

A muchos le resultaron conmovedoras las palabras del canciller brasileño José Serra, miembro poderoso de un gobierno que, como me dice un colega desde San Pablo, cree que puede gobernar sin votos y que usa hasta helicópteros para lanzar gases contra quienes protestan por su durísima política de ajuste económico.

¿Y el convenio que alegan las autoridades portuarias de Brasil para explicar por qué prohibieron a Chapecoense volar en el charter de Lamia directo de San Pablo a Medellín, sin tener que ir a Santa Cruz de la Sierra para hacer la conexión? Sigue resultando extraño para muchos.

Crece más la contradicción con el dolor de la Conmebol, cuando parece estar cada vez más clara la cercanía de la Confederación con esa aerolínea que, según lo indican todos los informes, ahorró combustible, increíble y posible explicación de una tragedia ridícula. En Bolivia ya suspendieron a Lamia y a diversas autoridades, porque sospechan que se entregaban licencias y se autorizaban salidas de vuelo en condiciones irregulares.

Tiene que caer un avión acaso para que salten tantos agujeros. Y más aún si es un avión que lleva a un equipo de fútbol a jugar una final continental. El fútbol se mostró muy solidario en estas horas. Pero algunos de sus miembros están obligados a dar explicaciones, club Chapecoense incluido. Pero la Conmebol, primero que nadie, tiene la palabra. Cuando pase el dolor, llegará la exigencia de dar explicaciones.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios