Sin disculpas a los que nunca piden disculpas

El reclamo para que Leo Messi fuera hasta Zúrich a disculparse personalmente ante la FIFA había tenido un mal inicio. Recordemos que lo formuló Daniel Angelici y a un programa de TV.

Así se enteró Messi, igual que el resto de los mortales. Que finalmente Messi ni siquiera haya declarado por skype y decidiera enviar otra vez un escrito es acaso una respuesta del capitán a aquel destrato inicial. No sirvió, en el medio, el viaje de Claudio Tapia a Barcelona para pedirle a Leo que viajara él mismo a Zurich. Angelici ya había hecho el pedido a su modo: presionando.

Sonó siempre algo manipulador eso de pedirle a Messi, y al símbolo que él representa como mejor futbolista del mundo, que fuera en persona a disculparse ante la FIFA. ¿Por qué fue sólo para él y no a otros semejante reclamo? ¿Por qué tener que aceptar tan dócilmente las reglas de juego que imponen dirigentes que, en viejas o nuevas conducciones, aparecen siempre manchados en negociaciones ocultas? ¿O acaso no está el propio Gianni Infantino, nuevo presidente de la FIFA, bajo investigación de la Comisión Ética de la entidad sospechado de haber intervenido en la votación que consagró a un aliado suyo como nuevo presidente de la Confederación Africana? ¿Y no debió el miércoles pasado el propio presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, responderle de modo público a las acusaciones que le hace en su diario ABC Color el magnate de prensa Aldo Zucolillo, en una clara interna de puja política paraguaya? ¿Por qué Messi debería asumirse como una excepción y pedirle disculpas a señores que nunca se disculpan hasta que el FBI llega a sus oficinas?

Si la FIFA mantiene la sanción de cuatro fechas, Jorge Sampaoli, está claro, tendrá que mostrar de entrada y más que nunca la impronta que lo caracteriza como formador de equipos. Su nueva gestión, contó ayer La Nación, no cortará viejas cabezas, aunque sí parece que algunos jugadores tendrán menos chances (se menciona al Kun Agüero, Otamendi y Marcos Rojo).

Ojalá la FIFA decidiera reducirle la sanción a Leo. No por amable. Sino porque sigue sin cerrar el modo en que sigue sucediendo todo. Exigencia de disculpas incluida.