“Yo y la gente, nada más”

Panorama nacional

“¿No te das cuenta, Flaco? Soy yo y la gente. No hay nada más”. La frase clausuraba cualquier posibilidad de entendimiento. El diálogo entre Cristina Kirchner y Florencio Randazzo había sido crudo pero conservó siempre un tono cordial. Ella dio las razones por las que reclamaba una lista de unidad. Él explicó por qué no aceptaba la oferta de sumarse a una lista única y le habló de los riesgos de que la campaña se anclara en el pasado común. Antes de despedirse, se pidieron mutuamente reflexionar en las horas que quedaban antes del cierre de listas. “Florencio, te pido que hagas el esfuerzo. Pensalo con la almohada”, dijo la expresidenta. “Cristina, no hagas que perdamos todos”, le reclamó su exministro.

Ocurrió la noche del viernes en el piso de Cristina Kirchner en Recoleta, donde se presentó Randazzo para una curiosa negociación de última hora por las internas en la provincia de Buenos Aires, el distrito donde se juega el peso simbólico de la elección nacional de octubre. No se veían a solas desde los meses finales del gobierno, en 2015, cuando Randazzo planteó el primer desafío a la hegemonía de su empleadora desde la ruptura de Sergio Massa. Conocía los riesgos, pero el exministro nunca imaginó que la empresa sería tan ardua y descorazonadora. Creyó desde siempre que ella no sería candidata y que el kirchnerismo nunca le negaría la posibilidad de una interna. El doble pronóstico falló. Randazzo dejó el departamento de su exjefa después de las 10 de la noche. “Con ella, lo mismo de siempre. Puteando a todos. Y en una actitud absolutamente mesiánica”, dijo en respuesta al primer llamado a su celular.

Ese diálogo es revelador. El puente para el encuentro en Recoleta había sido Jorge Taiana, a quien la expresidenta acababa de convocar para sumarse a las listas de candidatos a senadores de la alianza Unidad Ciudadana. Otra delicada maniobra para aislar a Randazzo. Taiana es parte del Movimiento Evita, que lideran Fernando “Chino” Navarro y Emilio Pérsico y también integra el senador Juan Manuel Abal Medina, un espacio que dio un sonoro portazo al bloque kirchnerista en Diputados en los comienzos de la era Macri, se dispuso a negociar leyes con el gobierno y se alineó al proyecto del exministro. El excanciller Taiana, un hombre con más historia que todos en el peronismo, pidió que se abriera una instancia de negociación antes de dar una respuesta que ya tenía decidida. Randazzo olvidó comunicar a los principales dirigentes de su sector que se disponía a abrir un diálogo directo con Cristina Kirchner. Algunos intendentes se debatían horas después entre el reproche y el alivio. Un tercer interesado entraba en el juego: Massa, con quien Randazzo venía discutiendo mediante emisarios alguna forma de unidad desde el martes, se lo recriminó al exministro, en su estilo: “Ah… no sabía que estaban arreglando algo con Cristina”.

Hay que decir que la señora no fue mezquina con su excolaborador. Le expuso a Randazzo algunos fundamentos de su nueva construcción política “ciudadana”, una apuesta con la que básicamente busca enmendar la sucesión de errores en el armado que la llevó a una nueva derrota en 2015. Y destinada a lavar caras. Dio incluso algunas señales sobre las listas que oficializaría al día siguiente. “Estoy harta de los que buscan reelegirse toda la vida. Quiero gente nueva, quiero en las listas gente del Conicet”, dijo esa noche. Roberto Salvarezza, extitular del Consejo de Ciencia y Técnica, fue confirmado en el segundo lugar en la lista de diputados en la provincia. Científicos para todos. Y fue especialmente impiadosa con los intendentes peronistas: “Hay que tirarlos a todos por la ventana”. La sumisión nunca paga.

Cualquiera haya sido su impulsor, la excursión de Randazzo a Recoleta tenía como destino un naufragio. Trasmitía debilidad en todas las direcciones y era fruto de la progresiva pérdida de volumen de la candidatura del exministro, jaqueado, precisamente, por los intendentes. Randazzo mantuvo ayer después del mediodía un encuentro con su equipo en un clima de desconcierto. Mostraba dificultades para completar todos los casilleros de la lista de diputados bonaerenses. Se vio obligado a dar una prueba de vida en medio de fuertes versiones sobre su declinación. A las 15 tuiteó: “Voy a ‘Cumplir’ con mi palabra”. A las 17:26 su vocero difundió una foto del ex ministro firmando lo que parecía una capitulación. Era su candidatura a senador en la interna del Frente Justicialista.

Miguel Pichetto acuñó el concepto de “conurbanización” para caracterizar el estado actual de l peronismo, con la suma de sus distintas expresiones, el principal movimiento político en la Argentina. Nada expresó mejor ese fenómeno que el cierre de listas al que asistimos ayer.

“Estoy harta de los que buscan reelegirse toda la vida. Quiero gente nueva, quiero en las listas gente del Conicet…”, le dijo esa noche a Randazzo.

Fue especialmente impiadosa con los intendentes peronistas bonaerenses: “Hay que tirarlos a todos por la ventana”. La sumisión nunca paga.

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“Estoy harta de los que buscan reelegirse toda la vida. Quiero gente nueva, quiero en las listas gente del Conicet…”, le dijo esa noche a Randazzo.
Fue especialmente impiadosa con los intendentes peronistas bonaerenses: “Hay que tirarlos a todos por la ventana”. La sumisión nunca paga.

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