Fútbol pago: las confiterías se preparan para volver a las “épocas doradas”

Con el retorno del fútbol pago, las confiterías se preparan para volver a las “épocas doradas” de mesas repletas, clima de tribunas y el campeonato de Primera como carta de presentación.

Fútbol de AFA

La irrupción del Fútbol Para Todos allá por agosto de 2009, marcó un quiebre en el formato de televisación del deporte por excelencia en el país.

Ya no haría falta más decodificador para poder ver los encuentros, que según la propuesta gubernamental, serían “gratuitos”. Claro: en el interior, la señal sin costo agregado llegaba únicamente por medio del cable. Aún así, el FPT facilitó considerablemente el acceso al fútbol argentino para el consumidor promedio.

Fue también el pitazo final para un clásico que se jugó en la cancha a lo largo de varios años, pero que también se vivió en otro territorio. El fútbol codificado, a cargo de Torneos desde 1992 a 2009, obligaba a aquellos que no podían abonar el costo del decodificador a buscar alternativas. Y fue allí donde los bares aparecieron, ya no sólo como punto de encuentro y charla entre amigos, sino también como un lugar donde sentirse “en la hinchada”.

Para dar un ejemplo, quien aquí suscribe recuerda una larga espera en la vereda del Café 43 de General Roca, horas antes que abriera el bar, para poder asegurarse un lugar en un superclásico. Y también la escena posterior: un café repleto, con un clima de tribuna y cantitos de los hinchas de ambos bandos. Nunca hubo problemas, porque ver un partido en el bar traía implícito un código de “no agresión” que hoy sería bastante útil.

Con la confirmación del retorno del “fútbol pago”, los bares vuelven a ocupar el centro de la escena. Y por eso, “Río Negro” salió a consultar qué expectativas hay al respecto.

En Roca, ya se entra en clima. Según declaró una de las propietarias del Bar Avenida, “hoy por hoy sólo tenemos gente cuando hay algún partido importante. Se perdió la costumbre de antes, pero ojalá vuelva a ser como en esa época”.

Desde el Café 43, en cambio, hubo una aceptación casi culposa de la chance que brinda la finalización del FPT. “Es una lástima decirlo, pero para los bares es un beneficio esto, porque se vuelve a convocar a la gente. Confiamos que va a haber movimiento, es la ilusión de todos”, afirmaron en el tradicional recinto roquense.

En Neuquén, los bares han funcionado como un lugar donde además de ver fútbol se genera una situación social que tiene sus códigos y sus reglas no escritas. La capital tiene edificios que son simbólicos para este tipo de reuniones. Y si bien el FPT facilitó la posibilidad al fanático del fútbol de ver los partidos en su casa con el abono básico, los bares nunca dejaron de ser un sitio donde discutir, charlar y armar polémicas incluso cuando no las hay.

La ciudad neuquina registra lugares históricos donde aún hoy las pantallas de los televisores tienen deportes. Es el caso de café Olmedo, sobre la calle Ministro González a media cuadra del Monumento. La disposición del lugar y su ambientación bien podrían ser la de un bar de hace muchos años. Conserva una mística en la que son fundamentales quienes allí asisten. En Olmedo no se grita en forma ampulosa. No es un lugar para descargar tensiones, sino para disfrutar con tranquilidad. Esto nadie lo dijo: fueron los asiduos clientes y sus dueños quienes lo determinaron con sus acciones.

Pietro, ubicado en la diagonal frente al Monumento, ocupa un lugar clave. En su momento, y con otro nombre (32), fue zona de reunión para generaciones que despuntaban el vicio de encontrarse. Hoy, luego del cambio de dueños, y con otra ambientación, ya piensan lo que será la vuelta del “fútbol pago”. Según afirmaron, “vamos a tener que contratar el servicio porque es una forma de generar más clientela. Y por como está la situación, lo que sirva para retener clientes es bueno”.

Santino, ubicado sobre Avenida Argentina, al lado de la Catedral, tiene incluso en su parte trasera una zona destinada para disfrutar los partidos, y se ha ganado así un renombre entre los futboleros de la ciudad.

En Viedma y Patagones, la mayoría de los bares analizan la oportunidad en ofrecer algo más de cara a las transmisiones.

Son pocos los sitios de estas características que abren un domingo en la capital rionegrina, y tal es el caso del café Comahue, ubicado en la Colón al 300. Su dueño Cristian explicó que utiliza dichos días como francos y que ahora analiza la posibilidad de abrir. “Necesitaría un empujón económico”, afirma dando a entender que la situación del negocio no es buena.

Otro de los cafés consultados fue Bucanero, ubicado en la esquina de Belgrano y Laprida. En ese lugar hace tiempo que los partidos son proyectados en pantalla gigante, sobre todo los de la Selección Argentina. Además, en este bar se congrega la filial “Juventud de River” cada vez que juega el Millonario, algo que ya se convirtió en un clásico.

En Carmen de Patagones, sobre la costanera, se encuentra Pata Negra Bar, que también está avanzando en la idea de ofrecer el fútbol en pantalla gigante. De todas maneras, como en el café anterior, también ha transmitido a la Selección y ahora se dispone a ofrecer fútbol de AFA.

Bariloche no queda fuera del tema. En la confitería Los Pinchos, de la calle Mitre al 500, saben que el fútbol es un factor que atrae clientes. Un televisor encendido con un clásico entre dos grandes es una fuente de ingresos que no puede despreciarse.

A la hora de ser consultados por “Río Negro”, todavía no se habían confirmado los costos del abono (ver aparte). Por ello, Cristian, empleado de Los Pinchos, afirmaba que “no sabemos nada, porque desde la empresa de cable no nos adelantaron nada”. A su vez, dijo que es una lástima que se codifique el fútbol “porque es otra cosa más para pagar y ese costo se traslada al cliente”.

Por el momento, como es temporada alta de invierno, los bares están trabajando a buen ritmo con turistas y residentes. Pero cuando baje la temporada, el fútbol codificado para ver la Superliga será una oportunidad.

Todo el país aguarda atento a lo que pueda ocurrir con el retorno del fútbol pago. Claro, las confiterías son sin duda alguna las que más dispuestas aparecen a aprovechar esta oportunidad.

Aún así, el contexto sociocultural es otro. Es cierto que se perdió la costumbre de disfrutar un partido entre amigos en un café, pero también tiene mucho que ver la chance de poder hacerlo en la comodidad del hogar.

Se viene una nueva época. Esta vez, los bares llegan preparados. Ya hay clima de clásico…

Algunos datos

sobre el tema

Llegar temprano al café, guardar una mesa, ir calentando la garganta y vivir el partido como si fuera la cancha. El viejo ritual de la confitería se prepara para regresar.

¿Qué opinan sobre

la chance en los bares?

“Si no ponemos el fútbol, el cliente que quiera entrar al café se va a ir a otro lado”, afirmó Cristian, de Bariloche.

“Analizamos qué hacer, porque habría que invertir en un proyector”, expresaron desde café Comahue, en Neuquén.

“Sería lindo revivir el clima de clásico que había antes en los bares”, recordaron en el histórico Café 43 de Roca.

Datos

2
meses se estirará la posibilidad de ver fútbol sin costo extra para abonados al cable, pero será en calidad “estándar”.
$ 180
en promedio costaría una gaseosa o cerveza y un tostado para disfrutar los partidos.
Llegar temprano al café, guardar una mesa, ir calentando la garganta y vivir el partido como si fuera la cancha. El viejo ritual de la confitería se prepara para regresar.

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