Volver a casa

Weretilneck relegó por unos días la crisis y exploró la pomposidad de la realeza española.

Regresa hoy a su mundo. Recuperará, por ejemplo, la incomodidad de su asociación política con el legislador Rubén López, cada vez más complicado en la causa de abuso sexual. En el oficialismo lo quieren afuera. Pero, nadie se atreve al destierro. El gobernador se juntará el martes con sus legisladores. ¿El bloque, que preside Alejandro Palmieri, abandonará el silencio –a excepción de Marta Milesi y de Roxana Fernández– y se encaminará en su corrimiento? Posiblemente.

El rionegrino fue el único gobernador en la comitiva presidencial. No logró cambiar España por Holanda, que es el próximo destino de Macri, y donde el Invap negocia aún construir un reactor. Igual, el viaje le sirvió para introducir al presidente en su necesidad de los bonos en dólares.

El ministro Rogelio Frigerio ya autorizó casi 3.000 millones de los bonos en pesos. Esa colocación atenderá el desfinanciamiento, pues pagará las letras que vencen este año. En la reunión con Frigerio, Weretilneck fue con Miguel Pichetto. “El tema de los títulos en dólares no se habló allí”, aseguró el senador.

Los intendentes radicales escucharon el miércoles igual respuesta del secretario Sebastian García De Luca, otro presente. Aquellos buscaban certezas. Su confusión es grande. Temen que su movida crítica en Río Negro quede desairada. Los preocupó que Weretilneck viajara con Macri. De Luca justificó el aval de Interior por el ordenamiento financiero alentado por Nación. “Sé de sus quejas, pero no teníamos otra opción”, repitió. Insistió frente a los jefes locales –convocados por Juan Martín– en consolidar Cambiemos y militar por la gestión nacional. Casa Rosada enfoca la disputa en el roquense Martín Soria, y desestima peleas con Weretilneck, rodeándolo de elogios. Así, el gobernador cae en la diyuntiva. Esa cercanía macrista no lo favorece en su estrategia electoral. La imagen de Macri no es buena, y plantea a JSRN como opción de los extremos.

Marcha el proyecto de los títulos en dólares, lanzado para infraestructura. Dos provincias puntearon este año. Entre Ríos colocó 350 millones y La Rioja sumó 200 millones. La primera logró una tasa menor al 9% y la segunda rondó el 10%. El costo sube y el plazo baja a 8 años. Río Negro enmienda su programa, que así no llegará inicialmente a los 500 millones, y estará entre 300 a 400 millones.

La ronda con intendentes arrojó correcciones. Del Plan Castello se sacó a las siempre presuntuosas obras de la Justicia, como sus “ciudades”. Habrá otros cambios sugeridos.

La adscripción –forzada o no– se evidenció con la comitiva del FpV, con legisladores y jefes locales. Incluso, el gobierno de Soria
–de viaje por Italia, que notificó ayer con una foto saludando al papa Francisco– encomendó a su secretaria Andrea Cornejo. Ella trajo una queja sensata: la estrechez de obras para Roca, reducida a la morgue judicial.

El oficialismo detecta que cuenta con los votos. El FpV tomó nota del respaldo de sus intendentes, a pesar de los reparos. Aún así, ciertos legisladores se aferran al rechazo: Nicolas Rochas, Marcelo Mango, Mario Sabatella, entre otros. Al resto lo seducen o lo condicionan promesas de inversiones en sus circuitos.

Antes llegarán otros debates, como la postergada paritaria salarial. Con la dilación, el gobernador entremezcló sus conflictos con los nacionales. No se iniciarán las clases, pero será por la protesta nacional. Y la Unter está encorsetada en su disputa por la Reforma Media, que sigue forzando Educación. Ya se sabe que allí no habrá buen comienzo.

El curso de la crisis se observará el miércoles cuando Weretilneck concurra a la Legislatura por su noveno mensaje. En las calles, las organizaciones –ATE, Unter, Sitrajur y otras– replicarán sus protestas. Ya entonces, el gobernador añorará la placidez de los palacios reales.

De regreso,
Weretilneck debe resolver, con sus legisladores, el futuro político de Rubén López, jaqueado por la causa de abuso sexual.

Avanza el proceso de emisión de bonos en dólares y su reparto
del plan Castello, con correcciones de los jefes comunales.