Las cuatro tendencias que dejó la Feria de Milán

Enormes sofás con almohadones, lámparas plegables y de techo que se gradúan con el celular, el metal y el verde como color estrella fueron los destacados de la edición 2017 de la exposición de muebles y diseño más importante del mundo.

La Feria del Mueble de Milán se ha convertido en un punto de referencia para la industria del mueble y del diseño de todo el mundo, como una de las citas anuales más importantes para diseñadores e interioristas.

Materiales novedosos, líneas simples, colores llamativos, combinaciones inimaginables, propuestas impactantes y originales presentados por unas 2.500 empresas, junto a 700 jóvenes diseñadores.

Entre los materiales que sobresalieron en esta edición, el ónix ocupó el primer lugar y desplazó al mármol, muy popular durante años.

Algo similar ocurrió con los metales como el cobre, que tuvieron especial protagonismo tanto en pequeñas como en grandes piezas desdibujando al acero y al aluminio, que habían reinado durante años.

La paleta de colores se inclinó por el verde, usado en cerámicas, revestimientos, mesas, sillas, sillones y sofás, entre otros productos.

1. Luz como material

Gran variedad de propuestas de iluminación cautivaron con su juego de luces, sombras y colores, creando atmósferas sugerentes llenas de magia y misterio.

Las maravillas de este año incluyeron lámparas de mesa portátiles, recargables e incluso plegables. También, luces de techo que pueden graduarse y atenuarse desde un smartphone.

Entre las más llamativas, las lámparas “Pasado y Futuro”, diseñadas por Piet Hein Eek, están hechas con restos de vidrio de Murano, algunos de casi un siglo de antigüedad descubiertos en un sótano de la compañía de iluminación parisina Veronese.

También destaca la colección “Palma”, de Antoni Arola para la empresa española Vibia, incluye globos de vidrio hechos a mano y unidos a una estructura de aluminio, que tiene un compartimento para poner plantas.

Maestros del minimalismo poético, Formafantasma diseñó la lámpara “Blush”, para Flos, que proyecta delicadamente una línea de color en la pared. Una tira led emite luz a través de vidrio dicroico produciendo diferentes tonos que se reflejan suavemente en la pared.

2. Verde que te quiero verde

Parece que los diseñadores tomaron el poema de Federico García Lorca al pie de la letra y el verde estuvo en todas partes, aunque no en la tonalidad elegida para este año por Panton (que creó el sistema de identificación del color para las artes gráficas).

Si bien la autoridad del color eligió el Greenery (vegetación), el verde usado por los diseñadores fue más oscuro y se acercó al esmeralda, tono que combinaron con violeta y rosa.

Mesas, sillas, sillones, revestimientos y cerámicos. Nada quedó sin su pincelada de color.

Las mesas Illo de color verde oscuro de la empresa italiana Miniforms –de tamaño variable y fáciles de agrupar– fueron tendencia, así como el sillón “Quindici” de Ronan y Erwan Bouroullec, diseñado para Mattiazzi, con su versión en verde con una base de madera natural.

El verde sobresalió también en revestimientos como el azulejo “Dornette”, de Elena Salmistrano para Bosa. Este cerámico con aires art déco tiene distintas versiones, aunque la que combina tres tonalidades de verde con bronce resultó la más glamorosa.

3. Metales cálidos

Apparatus Studio, con sede en Nueva York y una sala de exhibición en Milán, convirtió el latón (una aleación de cobre y zinc) en toda una marca.

“Es un metal fácil de trabajar, a diferencia de una gran cantidad de metales que necesitan laqueado o pulido”, dijo Nick Grinder, vicepresidente de ventas de la empresa. “El latón es algo que puede adquirir mucha vida y carácter sin degradarse como un metal, por eso lo usan en barcos”.

Un ejemplo de esta tendencia es el gabinete de cobre “Longing”, de Nika Zupanc para la empresa De Castelli. El mueble hace referencia a los antiguos aparadores con compartimentos.

4. Sofás supergrandes

Continúa la tendencia decorativa en sofás: bajitos en altura, patas finas, con bases finas tapizadas y con mayor fondo; líneas modernas, actuales y contemporáneas para disfrutar de su comodidad.

Sobresalieron los extragrandes con enormes respaldos aterciopelados que invitaban a zambullirse. Así como las configuraciones inusuales, testimonios de las infinitas formas que puede tener un sofá.

El sofá “Pack” de Edra, diseñado por Francesco Binfaré, fue uno de los que más sorprendieron en la muestra. Fue exhibido con enormes almohadones con forma de oso.

También destacaron el “Grand Sofá” de Citterio para Vitra y el sofá asimétrico “Illusion”, de Lili Castilla para Roche Bobois, con tres plazas cómodas y una mesa lateral incluida. La versión en pana verde fue la más aplaudida.

La ciudad de Milán es la meca del diseño y el mobiliario y cada año, durante una semana, intervenciones, instalaciones, muestras y expos copan las calles.

Los materiales, colores y formas que dominarán el interiorismo en el 2017 se mostraron en la 56ª edición de la Feria Internacional del Mueble el mes pasado.

Datos

La ciudad de Milán es la meca del diseño y el mobiliario y cada año, durante una semana, intervenciones, instalaciones, muestras y expos copan las calles.
Los materiales, colores y formas que dominarán el interiorismo en el 2017 se mostraron en la 56ª edición de la Feria Internacional del Mueble el mes pasado.

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