Las petroleras integradas pisan el precio del crudo local

Cuando el ministro de Energía Juan José Aranguren dio por concluido el acuerdo que regulaba los precios del combustible y empalmó los valores locales del petróleo con los internacionales, se abrieron varios interrogantes en la industria. El libre mercado decretado por el funcionario fue cuestionado por YPF que pidió reglas claras para funcionar.

Desde el 1 de octubre las transacciones para el crudo nacional se rigen por la leyes del mercado y tienen como referencia la cotización del Brent. Sin embargo tener un horizonte no garantiza que se consigan los precios internacionales.

Las que marcan el pulso del precio interno son las petroleras integradas, YPF, PAE, Pampa Energía y Shell, que compra casi la totalidad del crudo que refina. Las que proveen son las productoras independientes que deben negociar para poder colocar su producción a mejores condiciones.

Según una fuente de la industria las últimas ventas que realizaron las petroleras medianas y pequeñas se pagaron, en promedio, tres dólares menos que el Brent. Desde las principales operadoras aseguran que se debe a las leyes del mercado y que la existencia de producción excedente termina por empujar hacia a la baja los valores locales.

Mantener los precios bajo un paraguas de cabotaje tiene un efecto positivo para los automovilistas: los surtidores no mostraran movimientos a la par del pulso internacional. Incluso Nación buscó un golpe de efecto y cambió la estructura de costos del bioetanol –un componente menor en el precio– lo que le permitió a las petroleras una rebaja de las naftas del 1,5%.

Fue YPF la que hizo el último movimiento de maquillaje para las estaciones de servicio. Algo que desde la compañía habían alertado cuando Aranguren decreto el libre mercado: funcionan como el regulador tácito del mercado al concentrar casi el 60% de los combustibles del país.

Sin embargo si el precio del Brent continúa el sendero alcista será difícil disimular los movimientos tanto para los precios del crudo como para las naftas y el gasoil. Cuando se puso en marcha el acuerdo de liberación el barril de referencia cotizaba cera de los 60 dólares y poco más de un mes después creció más de 3 dólares.

También el tipo de cambio se movió desde el 1 de octubre.

Este escenario terminará trasladándose a precios tarde o temprano. Las compañías no podrán contener las consultas de sus acciones cuando miren los números de los balances y noten que tanto los precios de venta como los valores de los combustibles están atrasados.

Para las compañías independientes la alternativa sería crear un cupo exportable, algo sin antecedentes en el país y que necesita de la aprobación del Estado pese a liberación del mercado.

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