Masivas protestas y disturbios en la huelga contra el ajuste de Temer

Hubo choques con la policía en Río y San Pablo, donde el ritmo de las ciudades se vio afectado. El gobierno minimizó la medida e insistió en sus proyectos de ley.

Enfrentamientos entre policías y manifestantes, paro de transportes y en las escuelas marcaban anoche la huelga general convocada en Brasil contra las medidas de austeridad del gobierno de Michel Temer, en un país sumido en la recesión y con niveles récord de desempleo.

Al comienzo de la tarde, cuando estaban convocadas las principales marchas, el centro de Río se convirtió en un campo de batalla mientras los agentes dispersaban con gases lacrimógenos a unos 2.000 manifestantes frente a la Asamblea Legislativa .

Los enfrentamientos se prolongaban al caer la noche en torno a la plaza Cinelandia, rodeada por policías antimotines que dispersaban con gases a grupos que se congregaban en las calles aledañas.

En la plaza, la multitud oía oradores, al grito de “¡Fora Temer!”.

Se trata, según la Central Única de Trabajadores (CUT), de la primera huelga general convocada en el país desde junio de 1996, en el gobierno socialdemócrata de Fernando Henrique Cardoso. Las denuncias apuntan en particular contra los proyectos de reforma del sistema de jubilaciones y, una vez más, de flexibilización de los contratos de trabajo.

Ambas iniciativas están en votación en el Congreso como parte del programa del gobierno para enderezar las cuentas y sacar a Brasil de la peor recesión de su historia. Tanto para la CUT, ligada a la izquierda, como para Força Sindical (FS) la jornada fue un éxito. Según FS, casi 40 millones de brasileños adhirieron a la medida de fuerza. “Es una clara demostración de que la gente decidió parar en protesta contra la retirada de derechos que sufre por parte del gobierno”, afirmó el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva , ícono de la izquierda a la radio Brasil Atual.

Para el gobierno, en cambio, la paralización fue un fracaso: “Están impidiendo que las personas lleguen a sus lugares de trabajo. Eso evidencia que es una huelga que no existe. Es más una huelga de sindicatos perturbados por las decisiones del Congreso”, dijo el ministro de Justicia, Osmar Serraglio .

En Sao Paulo, motor económico y distrito más poblado del país, se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y la policía .

Después del mediodía, los trenes y el metro comenzaron a funcionar, pero los autobuses seguían paralizados. Los comercios registraban un acatamiento parcial . Metalúrgicos, petroleros, personal de los hospitales y de correos adhirieron a la protesta.

Según datos oficiales,
el desempleo en la mayor economía latinoamericana alcanzó un nuevo récord de 13,7%, con 14,2 millones de cesantes.

La cifra

Datos

Según datos oficiales,
el desempleo en la mayor economía latinoamericana alcanzó un nuevo récord de 13,7%, con 14,2 millones de cesantes.
40 millones
de brasileños se adhirieron a la huelga, según las centrales sindicales. El gobierno lo negó pero no dio cifras.

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