Dijo ser policía y lo acusan de ladrón

Los dueños del comercio de Gatica al 400 nunca pensaron que el policía federal que habían contratado como custodio de seguridad podría defraudarlos, pero poco tiempo después se encontraron con que el comercio fue desvalijado y fue entonces que descubrieron que el hombre en realidad nunca fue policía.

La funcionaria de la fiscalía de Delitos Patrimoniales Elisa Carossio acusó a Pablo González de los delitos de robo en concurso real con usurpación de autoridad, títulos y honores, dado que sostuvo ante el juez Mauricio Zabala que el hombre se presentó en todo momento como policía federal.

La funcionaria detalló que González incluso habría exhibido una credencial para simular su condición policial y detalló que entre las pruebas en su contra se encuentra un informe de la sastrería que utiliza ese fuerza nacional.

Es que según relató en su imputación el hombre accedió al puesto de custodio del local, se ganó la confianza del perro dispuesto por los dueños y aprovechó que, en su rol de custodio, se había enterado que el 12 de abril la empresa de monitoreo de la alarma iba a realizar un mantenimiento.

Herramientas, computadoras, equipos de radiocomunicación, un televisor y un celular fue el botín recolectado, parte del cual se encontró en el allanamiento realizado en su casa.

Las sospechas de parte de los propietarios del comercio surgieron a partir de lo peculiar del robo perpetrado, dado que no se forzaron las puertas del local, el perro de gran tamaño que está allí dispuesto no se había alterado y la alarma no mostró anomalías pues el robo se produjo en los momentos exactos en los que estaba en mantenimiento.

Un elemento que no estaba previsto que sea robado sería la pieza clave en la investigación, pues justo el día anterior una empleada del comercio se olvidó en su escritorio su teléfono celular, y ese teléfono con sus correspondientes números de identificación que no pueden ser adulterados fue secuestrado en la casa del hombre que simulaba ser policía y ahora está imputado.

Día clave

Las sospechas

No se forzaron las puertas del local.

El perro de gran tamaño que tenía nunca se alteró.

La alarma no registró anomalías.