El Boca River de la calle: Inspectores vs. conductores

El tránsito desordenado de la ciudad y el escaso respeto a las normas de tránsito, convierten a las calles de la ciudad en un cuadrilátero que enfrenta a conductores e inspectores.

De un lado existen miles y miles de excusas que se esgrimen para justificar lo injustificable. “Pero si puse balizas” para estacionar en doble fila. “Pero si sólo paré para atender el celular”, cuando se para el auto en zonas no habilitadas para estacionamiento. Y así la lista sigue.

Del otro lado, con talonario en mano, los inspectores tienen en muchos casos pocas pulgas. No toleran las explicaciones y les cuesta ser pacientes y amables.

Por supuesto que existen las excepciones a las reglas. Están los conductores que reconocen su falta, firman el papel y concurren a los tribunales de faltas a pagar la multa. Y también están aquellos inspectores que amablemente intentan explican que están para hacer cumplir las normas de tránsito y que éstas fueron hechas para evitar incidentes viales en la vía pública.

Día a día, en cada esquina de la ciudad, las discusiones y el maltrato se hacen rutina. Existen casos en los que los inspectores de tránsito fueron agredidos por automovilistas iracundos.

El malestar se incrementa en horas pico, donde la circulación vehicular es caótica. Ya no quedan lugares para estacionar, en los semáforos se acelera en amarillo para no poder los 30 segundo de tiempo que demanda la luz roja. Las doble filas aparecen como la alternativa no tener que dejar el auto al menos 8 cuadras más lejos del destino fila. Y así los inspectores van distribuyendo los tan temidos papeles amarillos en los parabrisas.

Capítulo aparte se merecen los inspectores del estacionamiento medido. No quedan exentos de discutir con algún conductor. Es que las artimañas para no pagar por el servicio se suceden en cada cuadra.

“Es difícil que entiendan que si estacionan acá tiene que pagar. No hay otra”, dicen resignados.

Al volante

Con libreta en mano

En el 2012 el intendente Horacio Quiroga quiso construir cocheras subterráneas en el Parque Central, pero la idea no prosperó.

Desde la Municipalidad aseguran que el uso del Metrobus permitirá reducir la cantidad de vehículos en el microcentro.

Propuestas para mejorar la convivencia en la vía pública

1

La realización de campañas de concientización y prevención en escuelas, organismos públicos y en la vía pública es una de las cuestiones que permitirían que los actores del sistema vial tomen conciencia de la importancia de respetar las normas de tránsito.

2

En muchos lugares donde se prohíbe estacionar los cordones están despintados y la cartelería es inexistente o es poco visible. Mejorarlos ayudaría.

3

La sanciones por no pagar el estacionamiento medido en el microcentro de la ciudad abundan. Los usuarios del sistema se quejan por la falta de bocas de expendio de tarjetas y máquinas lectoras. Aumentar la disponibilidad sumaría y mucho.

4

La separación de los residuos trajo aparejada la colocación de contenedores en las calles. Esto hizo que se redujeran las dársenas para estacionar en la zona del estacionamiento medido y la periferia. Una idea sería redistribuirlos.

5

Para evitar el congestionamiento de tránsito en horarios centrales, donde la ciudad es un caos, se recomienda salir de los lugares de origen con suficiente tiempo. Permite un manejo más tranquilo y seguro.

6

Para prevenir accidentes graves y sanciones, los inspectores insisten en la obligatoriedad de utilizar el cinturón de seguridad, aun cuando se recorran unas pocas cuadras.

mauro pérez