Se reactivó el trabajo de reparador

Zapateros, sastres y mantenimiento de celulares están entre los más demandados. Aseguran que en tiempos de crisis la gente arregla para abaratar costos. Sólo las tapicerías advirtieron que experimentan una caída en su actividad.

El momento económico que atraviesa el país tiene repercusiones variadas entre los que hacen de un oficio su trabajo. Zapaterías y sastres señalaron que aumentó el número de trabajos. Otros comentaron que la actividad se mantuvo normal, mientras que en algunos rubros, como las tapicerías, disminuyó.

“Hace dos años que viene repuntando en cuanto a la entrada de trabajo. Debido a la crisis que estamos pasando las cosas se han encarecido y la gente viene a recuperar ya sea calzado o camperas. No comprar porque está carísimo todo”, dijo Andrés Quiroz, dueño de una zapatería en calle Ministro González.

Quiroz lleva 20 años dedicándose al oficio e indicó que actualmente lo que más le llevan los clientes son zapatos, mochilas, zapatillas, camperas, carteras y valijas. Detalló que el arreglo de una puntera de zapatilla cuesta 250 pesos y el cambio de cierre de una campera unos 350 pesos.

Matías Larriestra es encargado de una tienda en calle San Martín al 1.200 que comercializa servicios de telefonía celular, accesorios y realiza reparaciones y servicio técnico. Contó que tiene el local desde el 2003 y que desde “ahí siempre fue para arriba”.

“La crisis lo que generó fue la necesidad de buscar nuevas estrategias para mantener el número diario de trabajo. Tuvimos que buscar nuevas estrategias e incluso mejoró. Es un rubro que crece día a día”, manifestó Larriestra. Las demandas más habituales son por problemas de pines de carga, porque se les rompe la pantalla del táctil, o algo de sistemas operativos.

Arreglar un pin de carga cuesta 250 pesos, los arreglos de pantalla comienzan desde los 300 pesos. Incluso hay arreglos que alcanzan los 9.000 pesos.

“Hay gente que viene y paga hasta 9.000 pesos una reparación. Por ejemplo una reparación de un S7 Edge que es de última gama. La gente con tal de estar comunicado paga lo que sea”, sostuvo.

Néstor “Cuqui” Córdoba, es sastre, tiene su negocio en calle Brown y contó que tiene muchos trabajos de reparación de trajes. “Reparan lo antiguo. Es una manera de abaratar y de acomodar su momento difícil. Por eso estamos trabajando bien, pero se hace difícil para otra gente”, dijo.

Añadió que “cuando hay crisis la gente viene y repara. Hacer trajes nuevos es imposible por los costos”. La refacción de un ruedo cuesta 130 pesos y arreglos de cierre 180. Córdoba es sastre hace 64 años y tuvo entre sus clientes a gobernadores e intendentes.

En otros rubros el negocio disminuyó. “Desde hace 4 ó 5 meses la cantidad de trabajo bajó un 60 por ciento”, afirmó Juan Carlos, encargado de una tapicería y lonería de calle San Martín. Detalló que recibe tres trabajos de reparaciones por semana. “Una butaca hacerla cuesta 2.800 pesos y hasta 800 arreglarla”, informó.

El valor de un arreglo

“Hoy tenemos pocos pedidos para reparación, y lo que llega es en su mayoría de alguna empresa y no de particulares”,

contó el tapicero Juan Carlos.

Datos

250 pesos
cuesta reparar la puntera de un par de zapatillas, y unos 180 pesos cambiar el cierre de un pantalón de vestir.
300 pesos
es el costo inicial para reparar la pantalla de un celular que se dañó. Algunos arreglos llegan a los 9.000 pesos.
“Hoy tenemos pocos pedidos para reparación, y lo que llega es en su mayoría de alguna empresa y no de particulares”,

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