Análisis: las declaraciones de Lopetegui, una verdad a medias

El vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, consideró esta semana en un medio nacional que en el Valle de Río Negro y Neuquén “se han quedado produciendo fruta que no es la que hoy pide el mercado” y que su salida es “una gran reconversión de plantas”.

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Una verdad a medias. Claramente la falta de nuevas variedades en la canasta de oferta productiva es un problema, pero lejos está de ser el único y, más aún, el más importante por resolver dentro de las prioridades que atraviesa el sector en crisis.

Los problemas de la fruticultura son multicausales. A la hora de enumerarlos por importancia el listado podría ser, entre otros: retraso cambiario, presión fiscal, falta de productividad en las chacras, bajos resultados en el empaque, estructuras de frío obsoletas, costos que suben sin techo, escaso financiamiento en el sistema y carencia de ciertas variedades que reclaman los consumidores en el exterior.

Lo que se define como “nuevas variedades” en el mercado internacional ocupan hoy lugares de nicho. Esto quiere decir que es una oferta de bajo volumen permitiendo lograr retornos adicionales. Pero producir en el Valle sólo nuevas variedades, es toda una utopía.

Por otra parte, en la matriz regional hoy la pera ocupa casi el 60% de la cosecha regional. Las nuevas variedades en esta especie casi son inexistentes. Por lo tanto este problema aquí no es válido de aplicar.

En definitiva, comenzar con nuevas variedades en nuestra región, como ya lo están haciendo varias empresas del Valle, debería ser uno de los puntos a tener en cuenta para la nueva fruticultura que todos soñamos, pero lejos está de ser la solución para la crisis coyuntural y estructural que atraviesa el sector.