Reducen frecuencias de los barcos chicos en Arrayanes

La intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi emitió una nueva disposición tendiente a limitar la oferta de los prestadores lacustres diferenciados que realizan excursiones por el lago y al Bosque de Arrayanes.

Podrán realizar un solo viaje diario al Bosque de Arrayanes durante todo el año, cuando hasta ahora sólo se reducía la frecuencia en la temporada estival, el resto del año podían hacer dos.

Los prestadores de Villa La Angostura recibieron ayer la noticia y se desató la polémica.

Desde hace años los propietarios de pequeñas embarcaciones (de hasta 12 pasajeros) vienen reclamando a Parques Nacionales que les permitan realizar al menos dos frecuencias diarias al Bosque, pero Parques volvió a endurecer las medidas, favoreciendo a los concesionarios de los grandes catamaranes.

La histórica pelea que comenzó hace unos años obligó a los prestadores a conformar una Asociación.

Presentaron un recurso de amparo pero se toparon con la burocracia infernal del Estado y todo quedó en la nada.

Actualmente hay 8 barcos de pequeños prestadores que hacen el recorrido todo el año. La opción lacustre atrae a los turistas, no solo porque tienen flexibilidad en el horario, sino porque en muchas ocasiones la tarifa es más barata y ofrecen un servicio exclusivo, más personal.

La disposición 750 firmada por el intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi argumenta la decisión “a los fines de evitar la congestión de visitantes en el sendero entablonado del Bosque de Arrayanes, armonizando los objetivos de conservación y disfrute”.

No obstante , las pequeñas embarcaciones sólo trasladan un máximo de 12 pasajeros, contra los 100 o 300 pasajeros que transportan los catamaranes y que se congregan muchas veces a la misma hora en el Bosque.

“Este año había apostado todo a poder trabajar en temporada baja, y este cambio nos mató. Tenemos gastos asumidos. Vamos a hablar con un abogado y presentar algún tipo de recurso. Con este criterio de Parques un día van a venir a decirnos que no vamos a poder ir más al Bosque”, comenta Silvio Martinez, capitán y propietario desde hace años de una de las embarcaciones.

El prestador, quien fue capitán del catamarán Futaleufú hace muchos años, señaló que a los prestadores les exigen muchísimas cosas, y el catamarán no cumple con varias de sus obligaciones.

Advirtió, por ejemplo, que no hay control sobre las aguas servidas del catamarán. “Dicen que somos competencia desleal, pero no agregan el viaje de la mañana, solo hacen uno solo en la tarde. Somos la única opción para los turistas muchas veces”, agregó. “Toda la vida convivimos con los catamaranes, hacíamos frecuencias al bosque. Después comenzaron a poner trabas y complicaciones. La idea es borrarnos del mapa”, comentó Alberto Hernández, prestador lacustre desde hace 40 años.

Un conflicto entre grandes y chicos

Actualmente hay ocho barcos de pequeños empresarios de la villa que se dedican a hacer el recorrido desde el bosque todo el año.

Parques Nacionales restringió las frecuencias de los viajes desde el muelle hasta Arrayanes, de dos a una.

La asociación que agrupa a los 8 prestadores adelantó que hará una presentación judicial para oponerse a la medida de Parques.

Dicen que son una alternativa para los turistas porque le son más cómodos y versátiles en cuanto al servicio.

Durante el verano existia la autorización para hacer un viaje a la tarde y el resto del año podían hacer dos en horarios determinados al Bosque de Arrayanes.