La plaza de Neuquén que quiere ganarle a la basura

El Municipio reconoció que no se limpió todo el terreno para evitar que sea usurpado. Los vecinos reclaman que se delimite y mejore el espacio.

La apertura de la calle Boerr detrás de la planta de tratamiento de efluentes cloacales Tronador del EPAS, significó un cambió rotundo para los habitantes del barrio Confluencia. Allí, donde a diario llegaban volquete tras volquete cargados de todo tipo de basura, ahora se erige una plaza que con sus pros y contras trae un poco de alivio a los vecinos que ya no deben convivir con el foco de contaminación.

Tiene apenas un puñado de juegos, porque según el municipio aún no se inauguró. Hay un tobogán, hamacas, juegos integrados y al fondo un playón con cancha de básquet y de fútbol cinco. Pero los resabios de lo que fueron pilas y pilas de basura acumulada durante años, todavía se pueden ver entre los artefactos recreativos. Colchones desvencijados, montones de envases de cerveza, basura y hasta una camioneta incendiada se conjugan con el espacio.

Los vecinos advierten que la plaza nació por iniciativa del municipio hace algunos meses pero sin seguridad.

El nuevo espacio mezcla sensaciones, por un lado trae el alivio de tener un lugar para los chicos en un barrio “que está muy dividido por los enfrentamientos y los conflictos. Acá los chicos no pueden ir a cualquier lado, entonces tener la plaza acá me da la seguridad de que tengo a mis hijos cerca y seguros”, explicó Belén González, que tiene cuatro hijos y además es encargada de un comedor comunitario a unos 30 metros del lugar, que da amparo a más de 150 niños.

“Le he pedido al municipio que cuide un poco más, porque no hay ni plantas. A Marcelo Bermúdez le dijimos que planten algo porque queremos una plaza como cualquiera, que sea un espacio verde”, explicó Yolanda, la vecina que vive más cerca del reacondicionado espacio.

El entorno de la plaza, que aún no tiene nombre ni iluminación, no está delimitado y por eso reúne varios contraste del paisajes. Cruzando la calle Boerr, al norte hay un muro de ladrillos de 200 metros de largo que llega hasta el cruce de la calle Tronador y que pertenece a la planta cloacal del EPAS. Detrás del playón polideportivo, al oeste de la plaza, todavía se ven los montones de escombros y basura, camiones que hacen movimientos de suelo y donde la gente también se reúne a buscar algo que les pueda llegar a servir. En el margen sur, existe una gran laguna que ofrece una agradable vista por las aves que se agrupan entre los sauces, pero que se funde con el olor espeso del agua estancada hace años.

El temor que aún existe entre los vecinos se debe a esa convivencia: “no hay ni un alambrado que separe la laguna o el basural, con lo peligroso que puede ser. Es un lugar para los chicos pero están expuestos”, reprochó Belén.

“En el barrio hay enfrentamientos, y entonces tener la plaza acá me da la seguridad de que tengo a mis hijos cerca y seguros”,

contó Belén González, la encargada de uno de los comedores comunitarios.

“Paso a paso” para evitar que sea usurpado

“Vamos de a poco, queremos transformar el sector en un espacio verde, pero por partes. La idea es eliminar ese basural histórico”, aclaró el secretario de coordinación municipal Marcelo Bermúdez. El funcionario indicó que está previsto convertir todo el basural en un espacio verde, pero que las obras se van a realizar con cautela.

Según Bermúdez el espacio se generó con la apertura de la calle Boerr, para la cual se tuvo que rellenar una parte de la laguna y con lo cual se generó una buena porción de terrenos. Además de la plaza, en las inmediaciones también se entregó un lote para que la congregación de las Carmelitas Descalzas construya un complejo de 15 viviendas destinado a mujeres trans.

El funcionario advirtió que “no se despejó totalmente el basural porque se genera un espacio propicio para que se desarrolle alguna toma” y agregó que “se va a ir avanzando de a poco con la iluminación y la parquización a partir de enero con fondos que están previstos en el presupuesto”. Y señaló que ya se instalaron cámaras de seguridad en las inmediaciones con el objetivo de prevenir que la gente arroje más desechos en el sector.

Datos

“En el barrio hay enfrentamientos, y entonces tener la plaza acá me da la seguridad de que tengo a mis hijos cerca y seguros”,

Temas

Municipios

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios