Descubren cómo las bacterias resisten los antibióticos

Científicos de un instituto de investigación de Rosario, que en 2010 determinaron que la enzima NDM-1 era la responsable, hallaron ahora que su capacidad de “anclarse” en la membrana de las bacterias es lo que la hace muy difícil de detectar en laboratorio.

Descubren cómo las bacterias resisten los antibióticos

Un equipo de científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) descubrió parte del comportamiento de las llamadas superbacterias, que provocan infecciones y muertes por su resistencia a los antibióticos, lo que permitiría elaborar tratamientos para combatirlas.

La investigación se centró en el funcionamiento de la enzima NDM-1, presente en ciertas bacterias capaces de resistir a muchos antibióticos e impedir así el tratamiento de enfermedades graves.

El descubrimiento sirve en lo inmediato para un test de diagnóstico clínico, informó Alejandro Vila, director del IBR.El trabajo fue publicado en la edición de este mes de la revista Nature Chemical Biology con la colaboración de científicos estadounidenses y la firma de Vila, el becario postdoctoral Lisandro González y el becario doctoral Guillermo Bahr.

“Como muchas de las cosas que se descubren por azar, esto es lo que nos pasó con la proteína NDM-1”, una enzima que dio la pista de un mecanismo no conocido anteriormente, por el cual algunas bacterias logran escapar a la acción de los antibióticos, contó Vila, investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

El equipo “investiga la resistencia a antibióticos desde hace 20 años, y sabemos desde 2010 que esa proteína es responsable; pero Lisandro González (de 35 años, becario posdoctoral del Conicet en el IBR), primer autor del trabajo, no la encontraba y nos dimos cuenta que no la podíamos encontrar porque estaba anclada a la membrana de la bacteria”, describió.

Ese anclaje la vuelve más resistente al sistema inmune y, además, favorece que NDM-1 salga de la bacteria dentro de vesículas.

Vila consideró que, si bien hasta la aplicación práctica pueden pasar años, el descubrimiento ya tuvo un resultado relevante.

Ocurrió cuando el investigador les comentó el descubrimiento a especialistas del Malbrán: ‘¿Saben que NDM está en la membrana?’, comentó, y obtuvo una respuesta alborozada: “¡Ahora entendemos por qué es muy difícil de detectar en laboratorio!”.

Inmediatamente, señaló, “se pusieron a trabajar con Lisandro y, haciendo una modificación en el test, lograron detectarlo en los 100 por ciento de los casos, incorporando el saber a un protocolo de actuación clínica que puede leerse en la página web del Malbrán”.

“Si el médico sabe que hay NDM –y ahora podemos darle certeza–, ya de por sí es una aplicación rápida, traslacional (que traslada los conocimientos de la investigación básica a la clínica)”, evaluó.

El paso superior es “tener inhibidores que puedan llevar a un fármaco, pero escalarlo puede llevar diez años, y en eso trabajamos con un consorcio de argentinos con Uruguay, Estados Unidos e Inglaterra, buscando inhibidores”, pronosticó.

Por ahora, lo importante es que “vimos que hay un antibiótico que interfiere con las proteínas que están en las bacterias, y no sería poco para frenar la propagación”, reivindico Vila.

“Lograron detectarlo en el 100% de los casos, incorporando el saber a un protocolo que está en la página web del Malbrán”.

Alejandro Vila, director del Instituto de Biología Molecular de Rosario.

Datos

“Lograron detectarlo en el 100% de los casos, incorporando el saber a un protocolo que está en la página web del Malbrán”.

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