Mendioroz venció a Massaccesi y Chironi en la interna viedmense

El vicegobernador presidirá el comité.Notable afluencia de votantes.

casi el 43 %. El vicegobernador superó a Horacio Massaccesi por 6 puntos (253 votos) y a Fernando Chironi por 23 puntos (959 votos). La convocatoria alcanzó a 4.057 afiliados y representó el 68 % del padrón.

Los 1.737 votos formalizaron a Mendioroz como nuevo conductor del comité local, en reemplazo de Jacobo Abrameto. Pero el resultado proyecta otras cuestiones políticas: consolidó el poder y la perspectiva de Mendioroz para una banca de senador, esfumó una reinserción de Massaccesi desde este comité capitalino y limitó el escenario político de Chironi, que incluye su desestabilización en la presidencia del bloque partidario.

La elección viedmense centró todas las expectativas políticas. La pugna estaba acotada porque la presentación de una sola lista ya había derivado en la proclamación de Luis Falcó como presidente del comité central, reemplazando a Chironi. Bariloche suspendió por las inclemencias del tiempo. En Río Colorado, venció el veranista Hugo Lértora sobre los hermanos Oscar y Miguel Machado (ver aparte).

Aún así, el nivel de la compulsa de Viedma fue excluyente, ya que se enfrentaron el vicegobernador Mendioroz, el senador Massaccesi y el diputado Chironi. Ninguno cedió espacios, ni otorgó ventajas. Hasta ayer mis-mo, los candidatos -en un gesto más simbólico que efectivo- pugnaron por cada afiliado que ingresaba a la Escuela número 2, donde se instalaron las 19 mesas radicales (10 masculinas y 9 femeninas).

En la interna de la Juventud de Viedma, el mendiorista Fernando Casadey logró 264 votos (40 %), el chironista José Luis García Pinasco 161 (24,5%), Oscar Guenomil con 148 (22,5%) y cuarto el massaccesista Dario Lozón con 86 votos (13%).

La concurrencia fue permanente y a las 14 el porcentaje ya rondaba el 50 %, que había sido la estimación generalizada. Al final, se llegó al 68 %. Esa asistencia combina al tradicional votante de cada estructura pero sorprendió la concurrencia espontá- nea que derivó en desazón y desorientación de los candidatos en las últimas horas porque se advertían presencias no tildadas en los respectivos padrones.

En el interior del establecimiento y a la hora de cerrada la elección, Chironi felicitó a Mendioroz y reconoció su derrota. Asumió toda la responsabilidad y anticipó que debía revisar las estrategias, aunque reivindicó su participación en la interna y «no acordar en los vestuarios». Finalmente, el ex intendente sumaría 778 votos (el 19,17 %).

En cambio, Massaccesi -que venció en 4 de las 19 mesas habilitadas- prefirió esperar los resultados femeninos. Cerca de 19,20, el senador recorrió unos pocos metros para felicitar al ganador. No hubo abrazos, sólo un saludo de manos. Todo formal. El vicegobernador le prometió convocarlo. En su retirada, Massaccesi destacó la concurrencia y habló que enfrentó «al aparato estatal». El senador obtuvo 1484 votos (36,5 %).

Se registraron momentos ten-sos en el exterior, especialmente por rencores contenidos de mendioristas y massaccesistas. Igualmente, Mendioroz insistió en un mensaje conciliador mientras destacó que la mayoría creyó en la necesidad de acercarse al gobierno provincial por sobre el enfrentamiento. Su compañero, Mario De Rege no ocultaba tampoco el entusiasmo ya que advierte que lo de ayer puede facilitar su proyección para la can- didatura a intendente del 2.003.

En Cipolletti sólo se votó en la Juventud Radical, y triunfó la lista del oficialismo provincial, la Roja, Blanca y Celeste, con Jorge Eduardo Badillo como presidente. La lista de Badillo se impuso sobre la Blanca, Negra y Roja, que llevaba al frente a Pedro Rivero. Por Badillo votaron 247 jóvenes y 170 lo hicieron por Rivero.

Mucho color veranista

En Viedma, el radicalismo definió ayer un entripado interno.

Liquidó un interrogante que lo serpenteaba en toda su extensión: el quién es quién en su esque-ma de poder. Ahora lo sabe: Bautista Mendioroz tiene el timón. Su triunfo no fue aplastante. Pero ganó. Y consolida un proyecto y reforzar un vínculo con el gobernador Pablo Verani.

Porque ahora el vicegobernador es el más firme candidato a senador nacional que, con respaldo del gravitante veranismo, tiene la UCR para el 2001.

Y al resolver en su favor el liderazgo en el radicalismo capitalino, Mendioroz crece ante Verani. Porque al ganar también gana Verani, su máximo respaldo. Una derrota hubiera rasguñado al gobernador.

Razón elocuente para que el aparato veranista jugara a pleno junto a Mendioroz, que le debe mucho el gobernador.

Ambos mantienen diferencias sobre políticas de Estado y modos de ejercer el poder. Por debajo de ellos, sus legiones de alfiles y peones se propician más desprecio que afectos.

Pero hay una realidad incontrastable para quien sigue de cerca la dialéctica de este partido: Verani-Mendioroz forjaron una relación que sin dejar de martillar la 45, igualmente habla de crecientes confianzas.

Vista desde el interior del poder, la gobernabilidad de la provincia también descansa en esas guiñadas. Al menos hoy.

Y está la derrota de Horacio Massaccesi. Es proporcional a la dimensión del triunfo de Mendioroz: no es catastrófica. Pero perdió. Y sucedió en el sitio de Río Negro donde más lo quieren.

Es a partir de esta realidad que también debe ponderarse la magnitud de su derrota. Visto desde esa perspectiva, Massaccesi no logró cohesionar a la mayoría de los radicales tras su discurso excluyente, que hizo de una hipotética Viedma dañada en sus intereses por Roca y el veranismo su eje fundamental.

Pero ayer Massaccesi se afincó con tropa propia en un punto del partido. El tiempo dirá cuánta política puede generar desde ese poder.

Pero en Río Colorado los vientos fueron contrarios para uno de sus máximos caciques: Oscar Machado. Un hombre que siempre transitó el mapa radical con formidables cuotas de influencia. Era de todos y no era de nadie. Su suerte comenzó a cambiar cuando enfrentó al veranismo en la interna del «97 para diputados nacionales. Perdió. Y siguió cambiando para mal cuando su gestión en Educación tuvo desigual fortuna. Ahora, la bruma.

Bruma que en Viedma alcanza a Fernando Chironi, el tercero en discordia. Ancló en el 20% de los votos. Su poder está ahora reducido a la presidencia del bloque oficialista.

Un lugar que ambiciona el veranismo. Desde ayer, con más poder que nunca sobre la UCR.

Sucede que en política las derrotas suelen pagarse caro. Así es esta esgrima.

Carlos Torrengo


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