Comenzaron el invierno desafiando las heladas aguas del Canal del Beagle

Son nadadores de Tierra del Fuego que celebraron el solsticio de invierno. Se bañaron ayer a la medianoche y hoy al mediodía.

Un grupo de nadadores de Tierra del Fuego se sumergió hoy en el Canal Beagle, sobre la costa de la ciudad de Ushuaia, donde el agua posee una temperatura de entre 2 y 4 grados centígrados, para celebrar la llegada del invierno en el marco de la «Fiesta Nacional de la Noche más Larga».

Los deportistas eligieron este modo de sumarse a los clásicos festejos que organiza cada año el municipio de la ciudad del Fin del Mundo como celebración del solsticio de invierno, y que esta vez tienen un desarrollo virtual debido a la pandemia de coronavirus.

La agrupación, llamada «Nadadores de Aguas Frías» (NAF), efectuó dos inmersiones en el Beagle: una ayer a la medianoche, y otra este mediodía, con luz solar para que pudiera ser observada por los pobladores y ocasionales visitantes.

Ambas se realizaron a pocos metros de distancia, en playas sin oleaje ubicadas en las proximidades de los hoteles Los Cauquenes y Tolkeyén, sobre suelo pedregoso y restos de hielo de la última nevada que precipitó sobre la capital fueguina.

Los nadadores ingresaron al agua con sus trajes de baño y sin ninguna protección adicional en el cuerpo.

«La imagen es fuerte. La gente siente frío con campera puesta, mientras nos mira. Y no puede creer que estemos con el torso desnudo y encima sumergiéndonos en el agua fría. Pero se puede hacer», explicó a Télam Walter Ruano, uno de los pioneros de la actividad y referente del grupo NAF.

Según Ruano, es cierto que una persona podría morir de hipotermia después de permanecer entre tres y cuatro minutos dentro del Canal Beagle, pero aclaró: «Nosotros estamos entrenados para hacer esto. Todos hicimos un proceso de adaptación que varía según el organismo de cada nadador».

«Nadie sale de su casa un día y corre una maratón. Esto es lo mismo. Un día te metés cinco minutos. Después vas incrementando el tiempo. Hemos llegado a estar una hora y media dentro de agua a 3 grados centígrados, en pleno invierno y con nieve», contó el referente de NAF.

También consideró que si bien cualquier persona podría dedicarse a esta actividad, la entidad exige estudios médicos previos y somete a los interesados a un entrenamiento, tanto físico como mental.

«No venimos a sufrir, sino todo lo contrario. Al principio por supuesto que se siente una sensación fuerte, pero después el cuerpo se adapta y la actividad se vuelve muy disfrutable», expresó Ruano.

Otra de las nadadoras, Mariana Duce, coincidió en que sumergirse en el Beagle en pleno invierno puede ser una experiencia placentera.

«Es complejo comprender la pasión porque la pasión no se explica, se siente. Y cada día que el nadador de aguas frías entra en el agua, se sumerge en un mundo de búsqueda y autoconocimiento, intentando ir cada día un poquito más. Se puede disfrutar intensamente», aseguró Duce.

Para César Barrientos, también integrante de NAF, la inmersión en agua fría es una forma de integrarse al paisaje con el que se convive en Ushuaia.

«Una cosa es ver una foto del Canal Beagle y otra es ser parte del canal. Sentir el frío como propio. Sin dudas disfrutamos mucho lo que hacemos», sostuvo el nadador.

En la actualidad, unos 10 nadadores de Ushuaia practican la actividad durante el invierno y un grupo un poco más numeroso lo hace en la ciudad de Río Grande, en el norte provincial, donde directamente se introducen en las aguas del Atlántico Sur.


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