Nuevas caras y señales
Como en la llegada de los actores a un espectáculo, el orden de ingreso de los referentes de la UCR fue inversamente proporcional al papel que cada uno de ellos va a tener en el futuro.
Entre los primeros en llegar estuvieron Leopoldo Moreau y el ex vocero de Fernando de la Rúa, Juan Pablo Baylac en lo que un correligionario calificó como el «regreso de los muertos vivos».
Pero fueron los ex gobernadores de Mendoza y Chaco, y ahora diputados nacionales, Iglesias y Rozas quienes demostraron que tratarán de expresar las caras de la renovación. «Cuando una madre está enferma los hijos no se van de su lado y si el radicalismo está enfermo hay que recuperarlo», embistió Rozas apuntando a los gobernadores que acompañan a Kirchner.
Iglesias deslizó que hay buenos justicialistas y buenos radicales como los hay malos en ambos partidos. «Antes de candidaturas hay posturas», añadió Iglesias.
Alfonsín llegó en un automóvil y saludó a la muchedumbre. Un papel de prócer y hombre que toma decisiones en el partido del que quieren ir alejando las nueva generación radical.
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