Va a juicio otra causa por cinco desaparecidos

Yamil Regules

causa “la escuelita”

NEUQUÉN (AN).- El juez Gustavo Villanueva acusó por homicidio a los responsables de la desaparición forzada de cinco detenidos-desaparecidos de la región en 1977 y el expediente ya ingresó en el Tribunal Oral Federal de Neuquén para que se de curso al juicio oral y público

En este nuevo tramo de la causa “La Escuelita” se ventilará la desaparición forzada de cinco de las de siete víctimas que involucrará el juicio.

El jefe de inteligencia del Comando de la Sexta Brigada, Oscar Lorenzo Reinhold, y el jefe del Destacamento de Inteligencia del Ejército, Mario Gómez Arenas fueron acusados por los homicidios “triplemente agravados” por alevosía, haber sido cometidos con la participación de más de dos personas y en procura de lograr la impunidad.

Como partícipes necesarios de los secuestros, fueron acusados los oficiales de Inteligencia Jorge Eduardo Molina Ezcurra, Sergio San Martín y Jorge Héctor Di Pasquale. La misma acusación alcanzó al teniente coronel que en 1976-1977 fue el interventor militar de la policía neuquina, Osvaldo Laurella Crippa.

Las víctimas fueron secuestradas por el Ejército en 1977 en sus casas o sus trabajos, tras lo cual nunca más se supo de ellos: Jorge Domínguez (secuestrado en Neuquén), Horacio Girardello, Rodolfo Marinoni (secuestrados en Cutral Co), Jesús González (secuestrado en Rincón) y Felipe Lara (Chos Malal).

En el caso de Lara, también fue acusado el oficial de Inteligencia de Gendarmería Nacional de la “Agrupación Comahue”, Ramón Luis Ángel Saboredo, por el secuestro y torturas, mientras que otro de los imputado, el gendarme Arístides Lubrina, quedó sobreseído porque falleció en mayo pasado.

“El denominador común a estos casos es que luego de ser detenidas las víctimas se ignora el lugar al que fueron trasladadas, dónde permanecieron alojadas y hasta qué momento, porque nunca más aparecieron con vida y tampoco han sido hallados sus restos, habiéndose borrado todo dato sobre ellas. En todos los casos, no hubo familiar o persona allegada que tomara conocimiento del lugar al que fueron trasladas”, consignó el juez Villanueva.

En la descripción de los casos, señaló además que también permanecen desaparecidos –muchos de ellos en otras jurisdicciones– quienes fueron amigos, compañeros de trabajo o de militancia social como Oscar Hodola, Héctor Campos, Julio Isabelino Galarza, Oscar Ragni o Arlene Seguel.

En esta misma elevación a juicio se acusó a Reinhold y al mayor del Ejército Luis Farías Barrera –jefe de Personal del Comando de Sexta Brigada– por la detención ilegal y los tormentos en 1976 de dos dirigentes gremiales de Bariloche: Iván Molina y Germán González.

El juez acusó por homicidio porque aunque no estableció el modo ni el momento del asesinato, “sí se encuentra sobradamente comprobado” la existencia del “plan sistemático, clandestino y generalizado” de represión estatal durante la dictadura “ideado desde su génesis para aniquilar al oponente de tal forma que asegurara la impunidad de sus ejecutores”.

Agregó que en la subzona 52 de Neuquén se decidió “la suerte de cada una de las cinco personas, sobre quienes se encuentra comprobado que desarrollaban sus actividades en esta misma zona y fueron privadas de su libertad por fuerzas de seguridad y/o militares que actuaron bajo la alegada lucha contra la subversión, en virtud de las tareas de inteligencia desplegadas en esta jurisdicción”.

Tras un extenso análisis de compilación de otros casos judiciales, con las pruebas documentales en el expediente concluyó que “luego de haber padecido las víctimas nombradas la ilegal privación de su libertad, encontrándose desaparecidas después de más de treinta años de esa detención, se dispuso en aquella oportunidad su eliminación física y la ocultación de sus cadáveres”.

El juez cerró la investigación y el expediente ya ingresó al Tribunal Oral Federal.