Salen los dólares, entran los rublos

mientras el país toma distancia de EE. uu., los rusos buscan financiar proyectos.

De moscú a neuquén, sin escalas

Tras varios anuncios, el desembarco ruso en tierras de Vaca Muerta finalmente se produjo esta semana. Emisarios de la empresa eléctrica estatal Enex, ligados a su vez al Gazprombank, arribaron a Neuquén en busca de proyectos de inversión para financiar. Mantuvieron una reunión con el gobernador Jorge Sapag y con su hermano, Elías, titular de Emhidro. Este último les presentó una completa carpeta con todos los proyectos hidroeléctricos que existen en la provincia, sobre el río Neuquén. El encuentro, que se realizó en medio de la muestra Oil and Gas, transcurrió con las normas habituales de protocolo. Los rusos mantuvieron el discurso de la alianza estratégica con Argentina y de la voluntad de traer rublos para apuntalar las inversiones energéticas, justo en momentos donde el país padece un déficit en ese sector que explica buena parte de los problemas económicos del país. Pero a nadie escapó una curiosa coincidencia. Justo un día antes de ese encuentro, la presidenta Cristina Kirchner realizó duras declaraciones contra el gobierno de Estados Unidos. La puja contra los fondos buitre y la Justicia de ese país fueron los principales motivos. Llevó las cosas a tal punto que inclusive sugirió que podría sufrir algún ataque “desde el Norte”. Las tensas relaciones con Washington, sumadas al crédito caro productivo del default en el que, entienden los mercados, cayó el país, parecen haber cerrado la canilla de los dólares para los proyectos energéticos. Los rublos, entonces, podrían ser una alternativa. Según comentaron a “Río Negro Energía” fuentes de la Casa Rosada, la apuesta rusa al país es grande. Por un lado, este primer desembarco aspira a concentrar energía en proyectos eléctricos, desde represas hasta nuevas centrales térmicas o ampliaciones de las mismas. Enex es una empresa especializada en estos rubros y la tecnología rusa, poco conocida en el país, es la que desembarca junto con los proyectos de Inter Rao. Esta última, de la mano de la local Helport de Eduardo Eurnekian, es una de las tres oferentes con más chances de quedarse con la obra de Chihuido. El proceso de licitación está frenado, a la espera de que se abran los sobres económicos. Y la razón por la que no se muestran es que muchos dudan de que ese financiamiento pueda sostenerse. Poco se habló del tema en términos oficiales, pero trascendió que los rusos vinieron con intención de marcar territorio y asegurar que, de ser los ganadores de la obra, se realizará en tiempo y forma. Y aquí también juega la política porque las dos represas de Santa Cruz quedaron en manos de empresas chinas, y el gobierno de Cristina Kirchner quiere estrechar lazos con los rusos. Más allá de Chihuido, Vaca Muerta también es un destino al que le prestan atención. A esta primera comitiva la seguirá otra donde vendrán los pesos pesados del sector, Gazprom y Lukoil, con miras a invertir en shale. Rusia aún tiene sobradas reservas de convencionales, pero sabe que su roca generadora promete y qué mejor que hacer know how en un play que crece como es Vaca Muerta.

Sapag recibió a los rusos durante la oil and gas. De souvenir, se llevó una mamushka.


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