Ceniza y desazón entre vecinos y crianceros de la Región Sur

Varios puesteros de la zona de Anecón Grande llegaron al pueblo a caballo a buscar comida, ante la perspectiva de un prolongado aislamiento.

Erupción del Calbuco

Mientras que las cenizas del volcán Calbuco avanzan sobre la Región Sur rionegrina, una sensación en la que se mezcla la desazón y mucha preocupación se incrementa en los pobladores de esta zona que este jueves permaneció cubierta con una densa nube de material volcánico.

Este jueves la localidad de Comallo, en la que viven unas 2000 personas, amaneció cubierta con una fina capa de ceniza. Rápidamente el Comité de Emergencia que preside el intendente, diagramó distintas acciones que comenzaron a ejecutarse como medida preventiva. Las clases y actividades deportivas y culturales quedaron suspendidas hasta el lunes.

Un grupo de personas visitó las viviendas del pueblo repartiendo en forma gratuita barbijos para cada uno de los vecinos y en el hospital local se diagramaban distintas acciones para actuar en caso de que la situación empeore en las próximas horas. El intendente rescató la solidaridad de los vecinos y sostuvo que está garantizada la provisión de agua potable, la luz y combustible.

Los pobladores de Pilcaniyeu aún no salían del asombro y temor que les causó la erupción que se registró durante las primeras horas de la madrugada. El intendente Néstor Ayuelef, admitió que “no deja de ser preocupante”. “No nos queda otra que esperar que transcurra el tiempo y ver qué sucede”, insistió. En esta localidad también quedaron suspendidas las actividades.

En Jacobacci, la presencia de ceniza en el suelo fue prácticamente imperceptible aunque el cielo estaba gris. Allí, se decidió el retiro preventivo de los alumnos de las escuelas rurales dependientes del Consejo Escolar Zona Sur 1, en función de que en varios establecimientos el personal docente se ha retirado sin la indicación expresa del Comité de Emergencia. También se coordinaban acciones con Salud y se les pedía a los automovilistas evitar circular por rutas provinciales y nacionales.

“Justo ahora que el campo se estaba recuperando, nos pasa esto. Ojala que no sea como en el 2011 porque sino nos vamos a quedar sin nada”, sostuvo Emilio Cabrera, un pequeño productor de Anecón Grande que ayer había “bajado” a caballo a Clemente Onelli a aprovisionarse de alimentos.

El hombre había recorrido 30 kilómetros para realizar las compras y en horas del mediodía se disponía a enfrentar montado en su caballo la densa nube de ceniza para llegar antes de la noche a su casa del campo.

Agencia Jacobacci


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios