“¿Para qué?”
El país está que arde. La riñas abundan junto con las quejas, reclamos y acusaciones. Los enfrentamientos se tornan inflexibles, sin soluciones que conformen a ambas partes. Las necesidades son acuciantes y no hay actores con elementos y cerebros para aliviar las circunstancias más álgidas.
¿Tiene el gobierno una estrategia de distribución para garantizar la sustentabilidad social de la nación? ¿El presidente está manejando los tiempos, variables e intereses con espíritu de estadista y líder moral? ¿Favorece a ciertos sectores a expensas de la penuria de otros?
¿Qué costos tiene la política económica y quién los paga? Y si hay escasez de recursos hay que atender primero a mayores, mujeres y niños, como en un naufragio.
Nos veo dispersos, irritados, desorientados, temerosos, amenazados y frívolos. Irrespetuosos, ambiciosos, individualistas, chismosos y poco inclinados a la reflexión. Saturados de información superficial, de asuntos triviales.
Mientras, el barco se acerca al puerto por el lado de los escollos y el capitán cena langosta con sus amistades hablando de unas elecciones que no tienen para qué.
Alberto F. Suertegaray
DNI 14.169.481
Alberto Félix Suertegaray
DNI 14.169.481
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