A 18 años del Apertura 2001, dos historias para recordar al Racing campeón
Se cumple un nuevo aniversario del Racing campeón de 2001. El equipo de Mostaza cortó una sequía de 35 años sin títulos y se metió en la historia del fútbol argentino. Se dio en un contexto social muy crítico del país. Alrededor hubo más historias que vale la pena contar.
Un día como hoy pero de 2001, Racing cortaba una racha adversa de 35 años sin salir campeón en el fútbol argentino. Si bien se trató de un certamen doméstico, la obtención del título del Apertura 2001 quedó en la retina de propios y extraños por varias razones.
Además de tener dificultades para festejar en ese tiempo de sequía, Racing pasó momentos muy complicados. Desde la quiebra un par de años antes, pasando por el descenso en la década del 80’. Al mismo tiempo, se trata del primer equipo de nuestro país en ganar la Libertadores y la Copa Intercontinental (1967). La historia contrastaba con la racha.
Pero el apoyo popular de su gente siempre fue un rasgo distintivo. Y eso quedó expuesto el día que llenó dos canchas: la de Vélez, a la que fueron miles de hinchas visitantes, y la propia. En el Juan Domingo Perón, otros 40 mil siguieron el 1 a 1 contra el Fortín en pantalla gigante.
La Academia fue campeón y su condición extraordinaria también obedeció a que ese plantel se armó para mantener la categoría. Algunos recuerdan el gol de Gabriel Loeschbor a Independiente, en el 1 a 1 de la Doble Visera, como fundacional en la fecha 2. Fue el propio defensor quien marcó también en el Amalfitani , donde luego empataría el poco afamado Mariano Chirumbolo.
El tanto de Gerardo Bedoya en el 1 a 1 con River fue clave para sostener la diferencia cerca del final del torneo. Los de Mostaza estaban haciendo una gran campaña pero perdieron algunos puntos cuando se aproximaba el cierre. El entrenador hizo popular la frase ‘‘paso a paso’’ con el objetivo de no festejar antes de tiempo. Pero tras el empate sin goles, Merlo le dijo a Tití Fernández en el campo de juego: ‘‘me enojé. Ahora vamos a salir campeones’’.
La consagración fue un desahogo muy grande para el plantel y, sobre todo, para los hinchas. La Supercopa del 88’ con el Coco Basile fue importante, pero no tuvo la dimensión del logro obtenido 13 años más tarde.
La base del equipo fue conformada por Gustavo Campagnuolo; ‘‘Pancho’’ Maciel, Loeschbor, Claudio Úbeda; Martín Vitali, José Chatruc, Adrián Bastía, Gustavo Barros Schelotto y Bedoya; Maxi ‘‘Chanchi’’ Estevez y Diego Milito. También alternaron Alexander Viveros, Javier Lux, Carlos Arano, Leo Torres y Rafael Maceratesi, entre otros.
Compré la entrada en la esquina de la cancha de Vélez, en un barsito. Me salió 150 pesos cuando todavía existía el 1 a 1. Fui con tiempo, el partido era a las 17 y llegué al Amalfitani antes de las 14. Cuando quise pasar, la entrada me figuraba inválida y pensé que me habían estafado, pero el tipo de seguridad me dijo: ‘‘esta es para la tribuna local’’. No me iba a quedar afuera, así que seguí la recomendación que me dieron. Me saqué la camiseta, entré y recorrí toda la tribuna de Vélez hasta llegar a un portón donde se ubicaban los vendedores ambulantes. Le expliqué a la policía que era de Racing, pero no me dejaron pasar.
Había un viejito que vendía bebidas y helados. Me ofrecí para llevarle la conservadora a la popular visitante y pasé gritando como vendedor ‘‘helado, helado’’. La policía pensó que era uno más y pude ver todo el partido del lado de la hinchada de Racing.
El último partido que vi en la cancha en ese torneo fue contra River de local, fuimos con gente de Neuquén. El gol de Bedoya se festejó como un triunfo ya que era clave no perder contra el rival directo.
Ese título fue muy especial. De la Supercopa del 88’ casi no me acordaba. Para los de mi generación (tengo 41) fue el primer festejo. El día del 1 a 1 con Vélez estaba en casa con mi hijo Tobías que era bebé y hoy es hincha. Cuando hace el gol Loeschbor fue una emoción muy grande. En el final me largué a llorar desconsoladamente. No registraba nada de lo que pasaba a mi alrededor. Recuerdo haber mirado mi hijo y pensar que trajo el título bajo el brazo. Fuimos al Monumento y nos encontramos todos los académicos. Es un momento imborrable.
Días antes de la consagración, el presidente de la Nación Fernando De La Rúa renunció a su cargo tras una manifestación popular en contra de las medidas de ajuste. Represión mediante, hubo decenas de muertos y heridos. La crisis social y económica marcó el ritmo del fútbol y viceversa. Cuenta la leyenda que hubo una reunión entre el presidente interino, Ramón Puerta, su gabinete y los representantes de los clubes. La historia dice que se levantó el estado de sitio y se triplicó la cantidad de efectivos policiales para evitar incidentes y que los partidos terminaran en paz, como finalmente ocurrió.
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