A catorce años de una tragedia que aún causa dolor en Bariloche

Recordaron en un acto emotivo a las tres chicas y un adolescente de un barrio de esta ciudad que murieron en un siniestro vial la mañana del 6 de septiembre de 2007. El sábado se hará una nueva edición de la "Noche Sin Alcohol".

Antes de que amaneciera, Julio González escuchó tres veces la sirena del cuartel de bomberos Centro, ubicado en la calle Yatasto casi Onelli. Sonaba más urgida que nunca. Estaba levantado porque se preparaba para ir a trabajar a la zona de los kilómetros. Era jueves. “¿Qué habrá pasado”, recuerda que pensó. Eran las 6.45 del 6 de septiembre de 2007. Después se enteró de que su hija, Laura, se había escapado esa noche de la casa de su madre para compartir una actividad con un grupo de amigas.

Elsa Betancourt relata que se había levantado a las 7. “Lo primero que hacía era ir a despertar a Marina y María Ester”, explica. Cuando abrió la puerta de la habitación para que las chicas se levantaran para ir al colegio Amuyén observó que no estaban. Minutos después, un llamado le avisó que había ocurrido un accidente con un grupo de chicos del barrio Virgen Misionera. “Se me vino el mundo encima”, asegura.

Dice que salió, desesperada, corriendo a la avenida Pioneros y paró un vecino en un auto que la llevó derecho al hospital Ramón Carrillo. Allí, confirmaron que Laura González, de 17 años, María Ester Betancourt, de 15, Eduardo Efraín Mansilla Vargas, de 17, y Marina Betancourt, de 14, habían muerto.

Los cuatro adolescentes circulaban en un Renault 18, rojo, que manejaba alcoholizado Johnny Mansilla, quien perdió el control a la altura del kilómetro 1,8 de la avenida Bustillo. Pero en el auto viajaban 7 jóvenes.

El auto chocó a gran velocidad contra un árbol y cayó por un barranco hacia la costa del lago Nahuel Huapi. Mansilla, de 21 años, Joaquín Chandía, de 22 y Yanina Márquez Cañuqueo, de 21 sufrieron lesiones y salvaron sus vidas. Mansilla fue condenado a 3 años de prisión en suspenso por el homicidio culposo de los cuatro chicos y las lesiones graves culposas de los restantes.

Desde entonces, Elsa, su hermano Víctor (padre de María Ester), y Julio cargan con un dolor difícil de explicar.

Familiares de las víctimas, funcionarios y concejales se sumaron a la conmemoración. (Foto Alfredo Leiva)

Esta tarde de lunes se hizo el acto que recuerda la tragedia. Un grupo numeroso de familiares, amigos de las víctimas, junto a los miembros de la Mesa 6 de Septiembre se congregaron en el punto de la avenida Bustillo donde los chicos murieron.

También, el intendente Gustavo Gennuso, funcionarios del Ejecutivo, bomberos voluntarios del cuartel Melipal (que fueron los primeros en acudir esa mañana al lugar del siniestro vial), concejales y autoridades policiales asistieron. El Obispo de Bariloche concurrió.

“Para nosotros no es un fácil un día como hoy. Hace catorce años que vivimos un día como hoy de la misma manera”, explica Julio. Dice que el recuerdo de las chicas es con mucho cariño.

Y sostiene que en la tragedia hubo una cadena de responsabilidades. “Nosotros como padres somos responsables”, admite. Recuerda que su hija se le escapó esa noche a su madre. Mencionó un boliche que entonces se llamaba Babilonia y que estaba clausurado por la Municipalidad, pero seguía abierto y en funcionamiento a menos de 2 cuadras de la Comisaría Segunda y la Regional Tercera.

Relata que cuando se enteró esa mañana de jueves 6 de septiembre de 2007 “lo único que deseaba era que mi hija no estuviera muerta”. Nueve horas demoró el Poder Judicial para informarle que una de las víctimas era Laura.

Julio destaca el trabajo hecho durante todos estos años por la Mesa 6 de Septiembre que se conformó tras la tragedia. “La Mesa fue la que hizo fuerza para que se implementaran los controles de alcoholemia”, valora. Rememora que los primeros alcoholímetros fueron donados a la Municipalidad.

El intendente Gustavo Gennuso (de pie) participó del acto que se hizo este lunes en la avenida Bustillo. (foto Alfredo Leiva)

“Hay que seguir trabajando”, asegura el hombre. Todas las semanas hay siniestros viales en Bariloche con conductores que tomaron alcohol. “Siempre les decimos a los chicos en las charlas en las escuelas que cuando salen (a divertirse) siempre hay alguien que en la casa los está esperando”, señala.

Elsa regresó hace un rato a su casa en el barrio Virgen Misionera. Estuvo en el acto para recordar a las víctimas. Volver al lugar del siniestro vial es demasiado doloroso, porque “te remueve todo”.

“Uno las recuerda todos los días por una cosa u otra. Llevamos catorce años con muchísimo dolor”, explica, la mamá de Marina. Es una tragedia que enlutó a dos hermanos más, los padres y madres de María Ester y de Laura.

Dice que es un dolor que “llevamos como podemos”. Cuenta que hace 14 años que su hija tiene su lugar en su casa, donde guarda sus fotos y sus cosas.

Está agradecida por el trabajo de la Mesa 6 de Septiembre. “Si no hubiera sido por la Mesa 6 de Septiembre las chicas estarían en el olvido”, sostiene.

El domingo hubo un choque en la avenida de los Pioneros y Elsa está afligida porque uno de los chicos, de 22 años, vecino del barrio, sufrió graves lesiones. Afirma que falta en Bariloche un lugar donde los adolescentes y jóvenes se puedan divertir sin tomar alcohol.

El dolor sigue siendo el mismo a pesar del paso de los años por la muerte de las chicas y de un joven la mañana del 6 de septiembre de 2007. (Foto Alfredo Leiva)

La Noche Sin Alcohol

El sábado se hará justamente una nueva edición de la Noche Sin Alcohol en Bariloche. La presidenta de la Mesa 6 de Septiembre, la concejala Norma Taboada, destaca que se desarrolle una jornada pensada para generar conciencia.

“La Mesa trabaja en prevención, para que no le suceda a nadie más este dolor que causa perder a un hijo, hija o un familiar o un amigo”, explica.

“Es un hecho que sucedió hace catorce años, pero que vive en el recuerdo nuestro. Fueron cuatro jóvenes nuestros que perdieron la vida”, asevera.

Enfatiza que es necesario seguir con el trabajo para concientizar “porque hay gente que no tiene respeto por su propia vida ni por la vida de los demás”.

Durante el acto se colocaron ofrendas florales en el monumento que recuerda a las víctimas en la avenida Bustillo de Bariloche. (Foto Alfredo Leiva)

Taboada sostiene que la única herramienta para concientizar a las personas que manejan para que lo hagan sin alcohol “es la educación”. “Hay que refrescarle en forma permanente a la sociedad el respetar la ley, respetar al otro”.

Mencionó que el informe último que el director de Tránsito municipal envió a la Mesa indica que incautaron 12 vehículos porque los conductores presentaban al momento del control altos consumos de alcohol.

Defendió la continuidad de los controles porque “sirven y mucho para prevenir”. Comenta que quieren trabajar con los clubes de fútbol y dictarán desde el miércoles próximo cursos por Youtube destinado a chicos de 17 años que por primera vez sacarán sus licencias de conducir.


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