A cuidarse de un enemigo invisible: el monóxido de carbono

Nada detiene al profesor roquense Horacio Fernández y su espíritu inquieto; con ganas de ayudar a docentes y estudiantes en temas complejos y brindar soluciones.

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Su iniciativa se amplifica más aún en tiempos de coronavirus, cuando el confinamiento y la adaptación al mundo de las pantallas obligan a agudizar el ingenio pedagógico.

Para este bioquímico y profesor de química de 80 años, la llegada del frío y las muertes que causa el monóxido de carbono -por los artefactos con mala combustión en el hogar- son una buena oportunidad para hacer docencia.

En un contexto de aislamiento, el problema se agrava todavía más, porque los bolsillos están flacos y sobre todo porque muchos temen a la presencia de un gasista en casa para limpiar los artefactos.

Ante este nuevo escenario, Fernández reactualizó un trabajo que había realizado en la década de los 90 para la Dirección de Formación, Capacitación, Perfeccionamiento y Actualización Docente (Difocapea).

Allí, apoyado en numerosos cuadros, el docente explica qué es y cómo se produce la combustión con distintos combustibles; e instruye a los alumnos para que realicen entrevistas y encuestas varias.

La idea del trabajo es conocer qué artefactos tienen los vecinos en el barrio y cómo funcionan.

Con este proyecto, Fernández y un equipo de capacitadores recorrieron las escuelas de Río Negro. Utilizando como ejemplo la llama en una vela, pudieron explicar cómo funciona la combustión.

Ahora la intención es que esa información vuelva a los docentes, y de allí a los alumnos, para que estudien, trabajen el tema en casa y sean difusores sobre el riesgo que presenta el monóxido.

“Todos tenemos en casa un calefón, una estufa, una cocina. Otros, para defenderse del frío, tienen braceros. Son muy peligrosos, porque si estos aparatos tienen una mala combustión producen monóxido de carbono, que nos puede matar. Como se trata de un gas que no vemos, al ser inoloro e incoloro no nos avisa lo que estamos respirando”, explica Fernández.

El docente pide como condición fundamental que se repasen los artefactos en los hogares; especialmente aquellos que tengan fuego. Entre los distintos consejos, es importante observar siempre que la llama sea amarilla.

Además, el profesor explica que cuando el monóxido ingresa a los pulmones, tiene 200 veces más prioridad que el oxígeno.

“La hemoglobina de la sangre se aferra al monóxido, lo hace circular por todo el organismo y lo intoxica. Así se produce la muerte”, concluye. Al respecto, también tenemos la palabra de la Dra. Valeria El Haj, Directora Médica Nacional de OSPEDyC.

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“Cuando hay una cantidad excesiva de este gas en el aire que respiramos, el organismo reemplaza el oxígeno en glóbulos rojos por monóxido de carbono, evitando que el primero llegue a los tejidos y órganos. Si la concentración de CO en sangre es demasiado elevada, se produce una intoxicación que puede causar enfermedades respiratorias, cardiovasculares e incluso la muerte”, explica.

Así, es fundamental revisar siempre los aparatos en casa.

Recomendaciones del profesor

El docente de física y química explica que “una buena combustión se produce con un buen combustible y buena presencia de oxígeno”. En la noche, en casa, cuando todos duermen, el oxígeno comienza a gastarse y aparece el monóxido de carbono.

Estos son sus consejos:

– La llama de los artefactos debe ser siempre azul, no amarilla. En este aspecto es clave revisar desde hornallas hasta calefactores.

– Hay que dejar siempre una ventana abierta de noche, al menos una ranura.

– Controlar los equipos una vez al año.

Así, es fundamental revisar siempre los aparatos en casa.

Mirá el trabajo de Horacio Fernández:

Combustion Horacio Fernández 2020 by rionegrocomar on Scribd