A la cárcel por un crimen en El Cuy

Después de años de peregrinar por los pasillos de Tribunales de Roca, la familia de Jonathan Peña, el adolescente de El Cuy asesinado hace cinco años, tuvo algo de alivio cuando se conoció el fallo de la Cámara Criminal Primera . El joven que ya había sido declarado responsable del crimen fue condenado a seis años de cárcel mientras que su novia en ese momento recibió una pena de 10 meses de prisión de ejecución condicional por encubrimiento.

El fallo se dio a conocer ayer al mediodía, pero no hubo audiencia pública.

Allí los jueces consideraron “procedente” imponerle al muchacho (para quien la fiscal Graciela Echegaray había solicitado 8 años de cárcel), “el mínimo de la pena prevista para la tentativa del delito por el cual fuera oportunamente declarado responsable”. Esto quiere decir que se lo juzgó por el delito de homicidio, pero la pena que se le aplica corresponde al grado de “tentativa de homicidio” porque al momento del hecho, era menor de edad.

En el caso de la que era su novia, para quien se había solicitado un año de prisión, finalmente se le aplicó una pena de 10 meses de prisión de ejecución condicional. Para no cumplirlos en la cárcel, durante dos años deberá someterse al cuidado de un Patronato y fijar domicilio, del que no se ausentará por más de 15 días sin autorización del Tribunal ni no podrá viajar al exterior sin autorización del Tribunal.

La familia de Jonathan Peña, asesinado en la previa al aniversario de El Cuy, hace cinco años, insiste en que los parientes de los condenados tuvieron participación en las horas posteriores al hecho, al intentar ocultar el crimen.

Jonathan estuvo desaparecido un par de días y fue hallado por su propio padre, con el cuerpo semienterrado, en un cañadón ubicado a pocos kilómetros del casco urbano de El Cuy. En el lugar encontraron gasas

El hecho ocurrió hace cinco años

En octubre del 2012, en la previa al aniversario de el Cuy, Jonathan desapareció. La policía le dijo a la familia que “seguro se fue a Roca”, pero ellos no se quedaron tranquilos.

Lo encontró su padre Perín, semienterrado en un cañadón.

Se cree que al joven lo asesinaron en el pueblo y luego lo llevaron hasta el monte.

En 2014 un joven, que en ese momento era el “rey del pueblo”, y su novia fueron declarados responsables. Como eran menores, no se le impuso la pena. Ese trámite se terminó de completar ayer con la sentencia de la Cámara 1°.