Abandonadas, las estaciones de servicios afean y contaminan

En la región, unas 20 estaciones de servicio no sobrevivieron. Generan pasivos ambientales, inmobiliarios y urbanísticos.

INFORME

Grandes playones de cemento cubiertos de aceite, algunos convertidos en estacionamiento de camiones, improvisados talleres mecánicos, locales sin puertas ni ventanas, llenos de yuyos y suciedad. Más de veinte viejas estructuras de cientos de metros cuadrados afean el paisaje urbano y en el peor de los casos contaminan las napas de agua en toda la región. Son las estaciones de servicio, que por alguna razón no sobrevivieron a las crisis cíclicas de un negocio que, para otras, es tan rentable que les permite modernizarse y crecer.

Combatir los pasivos ambientales que dejan las estaciones de servicio abandonadas por años y hasta por décadas es una tarea muy difícil para los municipios de la región. A pesar de las denuncias para evitar las filtraciones de los tanques subterráneos hacia las napas, el problema avanza sobre el suelo sin cesar. Encadenado a ello persiste el inconveniente de otros tipos de pasivos, inmobiliarios y urbanísticos, que afectan la imagen de las ciudades porque muchas de esas enormes estructuras están ubicadas en los accesos y en zonas del centro.

Una recorrida de este diario por varias ciudades de la región arrojó una veintena de estaciones de servicio completamente abandonadas, muchas de las cuales se han convertido en aguantaderos de delincuentes, improvisados talleres o estacionamiento de camiones que están de paso, y hasta en basurales.

¿Cómo combatir esa desidia? Es lo que se preguntan muchos funcionarios que no encuentran respuestas a sus reclamos. Algunos analizan incentivos para promover nuevos desarrollos comerciales en esos lugares.

Para muchos, estos beneficios son necesarios porque todas aquellas exigencias de cumplir normas ambientales como monitoreo y remediación de suelo desalientan a inversiones, porque al valor de la tierra urbana se le debe sumar los costos que implica tratar los pasivos ambientales.

• En Roca se encuentra uno de los casos testigos, con la mole de cemento que está ubicada sobre la calle Bolivia (paralela a la Ruta 22), entre Italia y Belgrano, a sólo unos pocos metros del acceso principal a la ciudad, donde lo que por mucho tiempo fue una estación de servicio se ha transformado en un lugar oscuro, tenebroso, por el que nadie quiere pasar; lleno de aceite en el piso, yuyos, vehículos viejos, toldos para tapar vaya a saber qué cosa y camioneros que pasan allí la noche.

Allí funciona un lavadero, pero que no está habilitado. El municipio ya amenazó a los propietarios del lugar con un desalojo. Es que hasta que no esté aprobado el plan de remediación, no se puede construir ni instalar otro tipo de emprendimiento.

Además, hay otras dos en el centro, una cubierta con un tapial (sobre avenida Roca) y otra más prolijamente cuidada (en calle Italia y Villegas).

• En Neuquén capital hay seis estaciones de servicio que han sido abandonadas desde el año 2000 a la fecha, pero sólo uno de los predios permanece en desuso.

Es la estación Fox Petrol, de Luis Beltrán e Ignacio Rivas. La estructura sigue en pie, pero tapiada con cartelería política y decorada con los matorrales que lograron crecer por las grietas del hormigón.

• En Allen, el céntrico predio en el que funcionó la estación de servicios EG3 está en condiciones de completo abandono desde hace ya varios años. El terreno, sobre el que no se pueden construir edificios porque el suelo está contaminado, se encuentra a la venta, pero ni siquiera el municipio tiene la certeza de quién es el verdadero titular del inmueble.

Al encontrarse abierto el sector en que funcionaba el shopping y la playa de carga de combustible, el lugar se transformó en un refugio para delincuentes en el que además abunda la basura. Los vándalos destruyeron y se robaron lo que quedaba.

• En Cipolletti hay cuatro estaciones de servicio que no están funcionando, dos en el radio céntrico y dos en la zona de la Ruta 22, aunque bastante cuidadas.

• En la Ruta Chica, en el acceso a Fernández Oro por calle Yrigoyen (Ruta 65 y acceso Este), también hay una que dejó de funcionar hace al menos cinco años. Desde entonces los habitantes de Fernández Oro deben cargar combustible en Cipolletti o Allen.

• En Centenario también hay dos estaciones de servicio en desuso en la zona urbana: en Don Bosco y Primeros Pobladores y sobre la calle Belgrano y Marcial Bravo. En el casco urbano también existe en las inmediaciones de Lanín y Primeros Pobladores viejos surtidores de la exempresa Centenario, que están en un predio abandonado y cerrado con paredones.

• En Andacollo hay dos estaciones abandonadas hace unos cuatro años, una en la calle Varvarco y otra sobre Ruta Provincial 43, aunque los predios donde se localizan están en buenas condiciones.

• En Chos Malal hay una fuera de servicio desde hace 15 años, sobre la Ruta Nacional 40 en el ingreso a la ciudad. Parte de la estructura se mantiene (quedó el techo donde se encontraban los surtidores) y el lugar lo utilizan camioneros para pernoctar, especialmente los que transportan gas licuado propano. Las oficinas y el sector de atención al público fueron desmantelados por completo.

La lista continúa y las descripciones se repiten tanto en ciudades de Río Negro como de Neuquén, aunque en algunos lugares han sido reconvertidos y por lo menos los espacios se usan para otros emprendimientos.

¿Cómo recuperar esos pasivos medioambientales y urbanísticos? Es una tarea que debe ser encarada con firmeza para apuntar al desarrollo de cada lugar.

> Antecedentes de pasivos ambientales sin resolverse

Lograr que se cumplan con los planes de remediación de suelo no es una tarea sencilla.

En la Secretaría de Medio Ambiente de Río Negro saben que en aquellas estaciones de servicio de bandera se resuelve relativamente pronto el conflicto ya que se intima a la empresa de bandera y a la empresa expendedora para que se hagan cargo de la situación. En cambio en aquellas estaciones de servicio que no cuentan con bandera se intima a la empresa expendedora, debiéndo hacerse cargo económicamente de la situación. Se inicia un proceso legal que es mucho mas complejo que el anterior.

En Roca el municipio está embarcado desde hace tiempo en tratar de que los dueños de las estaciones de servicio abandonadas remedien lo que contaminaron.

En el caso de la ubicada en avenida Roca y Alsina, que era de Rhasa, se presentó un amparo ambiental y hasta hubo un pedido de remate. El director de Medio Ambiente del municipio Guillermo Nabone reconoció que “es muy difícil hasta poder notificar, porque los dueños no aparecen. Además del pasivo ambiental, se ha generado una gran deuda impositiva con el municipio y la provincia”.

En el caso de la que está ubicada sobre la calle Italia y Villegas, hay un principio de acuerdo para que el dueño del terreno se encargue de la remediación; en tanto que la ubicada en la calle Bolivia, se hicieron los trabajos, pero el municipio aún no le dio el visto bueno final.

En Cipolletti, en 2011, se determinó que la contaminación que causaba el olor a combustible en las cloacas del barrio San Pablo provenía de una filtración de los tanques subterráneos de la estación de servicio Mar del Plata.

Aunque en un primer momento los resultados técnicos que se habían solicitado no detectaron problemas en el sistema de instalaciones subterráneas, un estudio de suelo determinó la presencia de hidrocarburos en uno de los pozos que se realizaron.

El departamento de Gestión Ambiental instaló un equipo de bombeo y tratamiento con el objetivo de eliminar el hidrocarburo del suelo y evitar su ingreso a la cloaca.

En los meses previos a que se realizaran los estudios técnicos, los vecinos denunciaron la fuerte presencia de olor a combustible que emanaba particularmente de los baños y, en algunos casos, de los patios.

Después de varias pruebas y estudios en diversos lugares que podrían estar causando la contaminación, se estableció como lugar más sospechoso la estación de servicio Mar del Plata.

Las presunciones quedaron ratificadas con los estudios de suelo. Para mitigar el olor, evitar la acumulación de gases explosivos y disminuir el riesgo de accidentes, Aguas Rionegrinas realizó tareas de ventilación en el sistema cloacal y se inyectó agua a presión para arrastrar los posibles sólidos contaminados.

> Las que se reconvirtieron o están “bien cuidadas”

En algunas ciudades, hay emprendimientos privados y estatales que han logrado reconvertir esos espacios “muertos” en lugares más funcionales.

En Neuquén hay una en Primeros Pobladores y Tronador, que cerró durante la crisis de los años 2001/2002. Actualmente pertenece a la empresa de transporte Andesmar, que tiene su base por detrás del predio, en la esquina de Aguado y Tronador. Funciona una playa de maniobras y estacionamiento de la empresa.

Otra estaba en Chubut y Mitre, frente al cenotafio de los Caídos de Malvinas. Cerró en el 2005 y dos años después fue remodelada y transformada en una sucursal de una conocida juguetería.

La Shell de la esquina de Colón y San Martín, era una de las más completas de la ciudad. Esa esquina fue reformada en los últimos años y convertida en un supermercado chino.

Las que se ubican en el centro de Cipolletti están protegidas, una con rejas y la otra con aglomerados. Las de la ruta también están mantenidas, incluso en una funciona una concesionaria de autos.

En Beltrán hay una sobre la calle de ingreso a la ciudad, Champleaux. Después de años de abandono, se instaló una estación de ómnibus pero no funcionó y actualmente se mantiene limpia porque cerca funciona una gomería.

En Río Colorado la estación de servicio abandonada, desde hace 15 años, es una ex Shell, sobre Ruta 22 en el kilómetro 858,5, que se encontraba entre las actuales YPF y una ESSO. El lugar era conocido tradicionalmente como Quelú Leufú, donde aun hoy funciona un hotel, un restaurant-confitería y gomería.

En Cinco Saltos sobre la Ruta Nacional 151 hubo hasta fines de este año una estación de servicio abandonada. El lugar fue alquilado por el municipio y remodelado para ser una terminal interurbana de colectivos. Hubo trabajos de monitoreo por parte del departamento provincial de Medio Ambiente.

En Sierra Grande hay una Shell sin actividad desde hace unos años, sobre la Ruta 3, al sur de la ciudad. Desde hace un tiempo funciona sólo el restaurante.

En Italia y Villegas de Roca debe remediarse el suelo.

En Neuquén cinco de las seis estaciones de servicio abandonadas se mantienen “limpias”.

Roca | Desde hace varios años, en avenida Roca y Alsina luce abandonada una estación de servicio Rhasa. Desde su cierre comenzó un largo peregrinar del municipio para tratar de que cumpla con un plan de remediación. Incluso presentaron un pedido de remate y un amparo ambiental que todavía no tuvo respuesta. “Los dueños aparecen y desaparecen. Dejaron un pasivo ambiental que se tiene que solucionar”, dijo el director de Medio Ambiente Guillermo Nabone. Foto: Hebe Rajneri.-

Neuquén | La exestación Fox Petrol está ubicada en la transitadísima esquina de Luis Beltrán e Ignacio Rivas y se mantiene fuera de servicio desde hace muchísimo tiempo. La estructura se mantiene en pie, con los surtidores donde antes funcionaban, pero está tapiada con cartelería política. De todas maneras, los matorrales que lograron crecer por las grietas del hormigón, además de afear la ciudad, impiden que ese lugar sea utilizado para otro desarrollo comercial o inmobiliario. Foto: Matias Subat.-

Allen | Las quejas de los vecinos por el estado de abandono de la ex Eg3 son reiteradas. El municipio intentó intimar a la persona que hasta este momento figura como titularidad para que se proceda al saneamiento y a la puesta en orden del predio. También se le dio intervención a Medio Ambiente de la provincia, informó la secretaria Legal y Técnica del municipio, Norma Coronel. Sin una remediación total y sin una conformidad de Medio Ambiente de provincia, no se podría edificar. Foto: Diego Von Sprecher.-


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