Alarma por casos de fiebre equina

En Río Colorado hay una gran cantidad de animales afectados. El virus vendría de Chile. Generó preocupación y por eso se suspendieron todas las actividades en las que estaba prevista la participación de caballos, como domas y jineteadas.

Existe una gran preocupación entre los productores ganaderos, propietarios y amantes de los caballos por la llegada a toda la zona de una epidemia de gripe equina, que desde comienzo de año ingresó desde Chile y se expandió por todo el país rápidamente. En Río Colorado ya se detectaron gran cantidad de casos.

La gravedad de la situación obligó a suspender varias actividades que tenían como protagonista al caballo, entre las que se encontraba la importante jineteada que se realiza anualmente en el marco de la fiesta provincial del ternero, en Choele Choel.

Ante las numerosas consultas, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) procuró llevar tranquilidad. “La influenza equina no se transmite a las personas (no es una zoonosis), solamente la enfermedad viral es contagiosa para los equipos a quienes les afecta las vías aéreas superiores de los équidos (equinos, asnos, mulas). El virus se transmite por vía aerógena, por lo cual se propaga rápidamente en un grupo de equinos en estrecho contacto, y tienen mayor predisposición aquellos animales que se encuentran sometidos a altos niveles de estrés (principalmente durante los traslados, la competencia o el entrenamiento)”, explicó el organismo oficial.

Dentro de la provincia de Río Negro existe gran preocupación entre los propietarios de caballos que tienen sus animales libres en campos abiertos: si se infectan y no reciben las vacunas podrían morir.

Varios de ellos coincidieron en señalar que desde hace décadas no se registraban hecho tan significativos de la enfermedad en toda la zona, que se encontraba controlada por la vacunación obligatoria.

La enfermedad “presenta un período de incubación de uno a tres días, con la aparición frecuente de los siguientes signos clínicos: fiebre, decaimiento, descarga nasal serosa a mucopurulenta y tos (este último es un signo muy evidente)”.

En Argentina, el último brote relevante se produjo en julio del 2012, cuando el Senasa detectó la presencia de casos en los principales hipódromos de nuestro país y llevó a cabo las medidas correspondientes para evitar la difusión de la enfermedad”.

La enfermedad afecta caballos, burros y mulas, causada por dos distintos subtipos de la influenza A (H7N7, anteriormente equi-1, y H3N8, anteriormente equi-2). Los síntomas clínicos incluyen fiebre y tos seca seguida de una descarga nasal mucopurulenta. En los animales vacunados con inmunidad parcial, uno o más de estos síntomas pueden estar ausentes.

Se detectó hace 30 días y llevará tiempo erradicarlo

La influenza equina lleva instalada cerca de 30 días en Río Negro, lo que obligó a suspender diversas actividades donde se está prevista la concentración de caballos como las jineteadas, las destrezas con riendas y las carreras en los hipódromos. Se estima que recién a mediados de mayo el virus podría ser erradicado totalmente.

Los síntomas que provoca el virus de influenza equina, similares al que afecta a los humanos aunque no se trasmite del animal al hombre, aparece a los tres o cuatro días del contagio. El equino afectado presenta fiebre y decaimiento, y se debe actuar de manera rápida para evitar el agravamiento.

Lito Ragni, con más de 40 años de experiencia con caballos, señaló que el virus dentro de Río Negro está en una etapa controlada y demandará unos 30 día más la erradicación total, lo que permitirá retomar todas las actividades con los equinos.

La enfermedad afectó a la mayoría de los animales, en especial a los más jóvenes, a los que debieron aplicarle unos tratamientos más fuertes con medicamentos.

“La peste también atacó a los animales que están sanitariamente con todas las vacunas correspondientes, porque el virus afectó más fuerte en las zonas húmedas”, dijo Ragni.

Según los datos recogidos ingresó desde Chile a Mendoza y en pocos días llegó a Neuquén y Río Negro, donde se suspendieron todas las actividades relacionadas con los caballos.

“La influenza equina no se transmite a las personas (no es una zoonosis), solamente la enfermedad viral es contagiosa para los equinos”.

Informe del Senasa

Datos

“La influenza equina no se transmite a las personas (no es una zoonosis), solamente la enfermedad viral es contagiosa para los equinos”.

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