Apología del blanco y lo esencial
Una casa que puede inspirar a quienes andan con intenciones de construir. Minimalista, amplia y funcional. Más pragmática, imposible.
“El encargo de la Casa 202 incluía pensar una casa con el sistema de paneles de poliestireno expandido y hormigón proyectado. A partir de esto la premisa del estudio fue desarrollar un objeto material que dio como resultado una arquitectura muraría, blanca, de perforaciones puntuales y una combinación de techos planos e inclinados según las posibilidades de utilización de las cubiertas”.
Quienes así detallan la obra son Laura Abate, Alejo López, Noelia Maldonado, Máximo Triolo y Miguel Urruty, del estudio Unoencinco Arquitectura.
Esta casa –de 150 m²– fue la pionera de un barrio en actual consolidación. El paisaje plano, vacío y verde, fue su primer escenario.
El programa se divide en dos niveles con los espacios comunes en planta baja, en relación al jardín y a una galería semicubierta. El ventanal del estar se completa como un plano total de vidrio, expandiendo el interior hacia el jardín.
En el eje vertical dos áreas se articulan a través de un patio interior, que inyecta aire e iluminación a las áreas centrales de la casa.
Los espacios para los dormitorios y la vida íntima se desarrollan en planta alta, con una terraza, como mirador hacia el lago.
El profundo efecto de bienestar que exigen hoy las familias jóvenes a la hora de proyectar sus casas genera nuevos desafíos a los arquitectos locales.
Datos
- El profundo efecto de bienestar que exigen hoy las familias jóvenes a la hora de proyectar sus casas genera nuevos desafíos a los arquitectos locales.
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