“Argentina, un país con buena gente”

El título obviamente pertenece a un conocido eslogan que aparece en todas las publicidades del gobierno nacional. Pero la cuestión sería: ¿es realmente cierto o es simplemente una fachada para cubrir esta estrepitosa realidad que nos toca atravesar como argentinos día a día? Muertes y homicidios, abusos y robos son lamentablemente moneda corriente en nuestra vida cotidiana, dejando entrever que cada vez nos estamos yendo más a pique como sociedad. Si bien no somos los únicos en el mundo, claramente, es el lugar donde más se trata de ocultar este tipo de hechos. Si hablamos de justicia, mejor peguemos la vuelta a casa y recibamos a los delincuentes con leche y galletitas dulces, como lo haríamos con los Reyes Magos; total, sabemos que si los apresan en menos de una semana estarán paseando por la calle como si nada ¿Justicia? Creo que ya hemos olvidado lo que esto significa, porque hace mucho tiempo que no se ve ni se siente. Todo esto se ha vuelto tan absurdo que ni siquiera existe el sentido común en la mayoría de las personas. Comenzando por el asesinato (y no accidente, como pretenden divulgar los allegados del asesino y los jueces a cargo) de una joven de apenas 19 años en la localidad de Allen y continuando con la imputación de un policía, quien le disparó con su arma reglamentaria a un ladrón que intentaba hurtar su auto en la ciudad de General Roca, podemos entender que la Justicia está pintada al óleo, que ya ni uno mismo sabe si va a regresar a su casa o que, si regresa, va a hacerlo en perfectas condiciones. Estamos viviendo en una sociedad donde se defiende a los malvivientes, donde se los trata como reyes y no se los juzga porque ellos tienen “derechos que los amparan”. ¿Y los nuestros? ¿Las personas a las que asesinaron no tenían derecho? Gente, los derechos individuales de cada ser humano se terminan cuando irrumpís en el derecho del otro. Y lo más increíble de todo es que intentan que esto se perpetúe por una eternidad, tratando de “sobornar” indirectamente a la juventud con dinero y elementos electrónicos, de forma que no tengan tiempo para detenerse a pensar en todas las atrocidades que ocurren y se dejan pasar como si nada. Es, concretamente, decepcionante. Argentina, un país con buena gente: para matar, para robar, para no trabajar, para recibir dinero desde arriba. Un país donde ni siquiera existe lugar para la gente que aún intenta salir adelante. Malena Gerónimo DNI 40.324.047 Allen

Malena Gerónimo DNI 40.324.047 Allen


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