Artesanos de Allen se unen para enfrentar la crisis

Buscan poner en marcha en la ciudad un espacio para todos: la Casa del Artesano.

Los artesanos de Allen quieren dejar de dar vueltas, como ocurre en muchas ciudades, y pretenden su lugar propio.
ALLEN (AA).- Más de una treintena de artesanos de esta ciudad decidieron unirse y trabajar en forma mancomunada para poder «elaborar, exponer y ofrecer» sus productos, y convertir así sus creaciones en una fuente de ingresos que les permita desarrollar una actividad rentable en tiempos de crisis.

Las expectativas, tal como las aspiraciones de cada uno, son muchas, pero sin dudas una de las mayores es poder poner en pie «la Casa del Artesano», como un espacio propio de exposición y encuentro.

Los materiales que cada uno de los creadores locales emplea para dar rienda suelta a sus producciones artesanales son tan diversos como sus propias ideas. Allí se conjugan lanas, madera, hierro, porcelana, papel y hasta alabastro, como principales materias primas.

Si bien algunos realizan sus productos y, con mucha suerte, logran comercializarlos, para la gran mayoría la actividad no garantiza un margen rentable como para asegurar la subsistencia familiar. Y menos aún cuando los materiales que utilizan también han sufrido incrementos en sus costos.

Es por eso que, a partir de un curso realizado en esta ciudad, se decidió recrear una agrupación cooperativa de artesanos con el fin de potenciar y capacitar a los artesanos.

La iniciativa se echó a rodar a partir de un proyecto de taller de capacitación que se brindó desde la agencia de desarrollo local, dictado por profesionales del Consejo Federal de Inversiones (CFI). Allí se abordó el «asociativismo» como una alternativa a la crisis.

«La idea es capacitar a todas estas personas que hasta ahora trabajan en forma aislada, como futuros microemprendedores, para que puedan desarrollar lo que saben hacer como una fuente laboral», comentó Alicia Duarte, de la agencia de desarrollo local.

Por esta razón se decidió empezar a dar forma a una asociación de artesanos «para que puedan desarrollar su tarea con un perfil comercial y sepan cómo exponer los productos, cómo comercializarlos y ver cuáles son las demandas», agregó Duarte. La convocatoria a los interesados aún está abierta, y el próximo encuentro del grupo se hará el martes en la agencia local.

En este marco, la creación de la futura Casa del Artesano «como un lugar físico de encuentro de los artesanos», es el corolario que se pretende para el emprendimiento.

Jorge Baquer es uno de los interesados en la propuesta. Desde el año 1985 se dedica a crear artesanías en alabastro, aunque lamentablemente debe desarrollar esta tarea como una labor secundaria. «Y… no da para vivir», explicó, haciendo extensiva su situación a la otros tantos artesanos, pese a las exigencias que le insume la elaboración de cada pieza.

Baquer emplea el alabastro, un mineral que abunda en las canteras de la ciudad, aunque a menudo debe conseguirlo en otras localidades, reconoció. Con sus propias manos, a través del tallado o el torneado, Baquer le da formas a sus lámparas, relojes, ceniceros y cualquier tipo de escultura que le sea solicitada. Aunque «siempre por encargo, porque es difícil venderlo después», confesó. «Hoy por hoy no hay un lugar donde poder mostrar y vender los trabajos que uno hace, y poder tener un espacio propio para exhibir», dijo.


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