Asaltan una panadería y escapan en remise

NEUQUEN (AN).- Una panadería de la zona del Alto fue asaltada en esta ciudad por dos ladrones que, luego de que se activara la alarma del comercio, arrancaron la caja registradora en la que había alrededor de 300 pesos y escaparon en un remise que los esperaba afuera.

El asalto ocurrió el domingo en una sucursal de la panadería Santarelli, ubicada en Buenos Aires y Caviahue, y es el segundo en un lapso de dos días en el que los delincuentes utilizan un remise para moverse.

Un ladrón ingresó al local alrededor de las 22.15 y por la espalda encañonó al dueño, que estaba acomodando bandejas de sandwiches de miga en la heladera. También amenazó a la empleada que lo acompañaba.

Pero de golpe todo se le complicó.

«Me empujó, me caí y como tenía el llavero con el dispositivo de la alarma en el bolsillo del pantalón, con el golpe se activó y empezó a sonar», relató ayer a «Río Negro» Marcelo Arenas (43), el propietario de la panadería asaltada.

«Ahí entró corriendo otro tipo que arrancó la caja registradora y se la llevó. Los dos se subieron a un auto que los estaba esperando afuera, en doble fila», agregó.

Los delincuentes escaparon con 300 pesos, el control remoto de un televisor y un llavero con las llaves del comercio.

De acuerdo a la información que maneja la Policía, el auto que los esperaba afuera era un Chevrolet Corsa color gris que tenía antena de radio.

«Se trata de un remise y se ha notificado a todas las unidades para hallarlo cuanto antes», dijo a «Río Negro» el comisario Nicolás Nievas, jefe de la comisaría Primera que investiga el asalto.

El segundo hecho

Es el segundo asalto en el que un remise tiene participación. El anterior fue el pasado sábado a la madrugada en pleno centro de esta ciudad, cuando cuatro delincuentes que iban a asaltar un club que funciona en un edificio, fueron detenidos. Afuera los esperaba un remise con un chofer y el reloj prendido.

«Los remises son un medio apropiado para camuflarse durante un huida», explicó Nievas. «Por esos suponemos que están siendo utilizados por los delincuentes», remarcó.

Con respecto a la participación de los choferes, destacó que «por lo general llevan el reloj prendido para de esa forma decir que no sabían nada y que sólo estaban realizando un viaje, pero es difícil que ignoren la situación: si dos personas suben corriendo con una caja registradora y armados, no puede tratarse de otra cosa que no sea un robo», afirmó.

La panadería fue robada en mayo pasado: «se llevaron un cuatriciclo y un televisor de 29 pulgadas que era para un sorteo», afirmó el propietario.

Ni él ni la empleada, de 26 años, fueron lesionados por los ladrones. «Creo que al sonar la alarma se asustaron y eso nos ayudó», destacó Arenas. «Yo incluso tenía dinero en el bolsillo del pantalón, y en el apuro que les agarró, no me lo sacaron», reveló.