Así juega la nueva Albiceleste

El intinerato de Lionel Scaloni mostró a un Argentina que juega corto, es agresivo para presionar y rápido para las transiciones, tanto defensivas como ofensivas. Si bien Guatemala no fue la medida ideal, ya se vieron los rasgos distintivos del equipo.

Selección

Es cierto que el rival fue el limitado Guatemala y que el 3-0 (Pity Martínez, Lo Celso y Simeone, los autores de los goles) aparece como un resultado exiguo dada la jerarquía de ambos seleccionados. Pero lo importante en Los Ángeles Memorial Coliseum era ver los rasgos distintivos del nuevo seleccionado argentino, tras el fracaso del Mundial de Rusia.

Con Lionel Scaloni como DT (interino) y sin los jugadores históricos que marcaron una época con la Albiceleste, Argentina está en vías de recuperar la frescura de la mano de una camada de jugadores jóvenes que buscan la gloria perdida, aunque antes claro está, deben ser un equipo.

En la madrugada de ayer, lo que primero se observó fue una gran diferencia entre el 4-3-3 que planteó Scaloni con el mismo dibujo que ensayó Jorge Sampaoli en el Mundial ante Francia: se jugó con un solo N° 5 y con un centrodelantero de área, sellos distintivos de lo que se verá en los sucesivos compromisos de la selección.

Ahora se viene un rival más exigente, Colombia, a quien enfrentará el martes en Nueva Jersey. “Seguramente hagamos modificaciones para el segundo partido. La idea es seguir probando”, anticipó Scaloni.

Un dibujo táctico clásico

y sin inventos

El esquema táctico ayudó a que el equipo desarrolle idea clara de entrada. Lionel Scaloni eligió un clásico 4-3-3 y desestimó dibujos más arriesgados o innovadores. Ubicó una línea de cuatro defensores con dos laterales que pasaban constantemente a zona ofensiva como Renzo Saravia y Nicolás Tagliafico, un 5 de juego como Leandro Paredes, dos volantes internos como Gio Lo Celso y Exequiel Palacios que cambiaban permanentemente de perfil. La idea era no sobreponerse con Cristian Pavón por derecha y Pity Martínez por izquierda, con un referente de área como Gio Simeone.

Argentina comenzó a crecer

desde sus volantes

Leandro Paredes como único volante central, en sociedad con Lo Celso y Palacios como pareja de internos, fueron los nombres por dónde pasó el fútbol de Argentina. De sus pies partieron las mejores jugadas de equipos, donde hubo pases profundos hacia afuera para los laterales, también para los piques de Pavón y la utilización de todo el ancho de la cancha. Argentina comenzó a crecer desde sus volantes, donde la posesión no se entendió sólo desde la tenencia sino que la intención fue ser ágil, y por sobre todo profundo. La proyección permanente de Saravia y Tagliafico ayudó para ello.

Compromiso colectivo

para la recuperación

Fue algo sistemático. Cada vez que la posesión no era albiceleste hubo un compromiso en bloque para revertirlo. Si algo se notó en la formación de Lionel Scaloni fue el compromiso colectivo a la hora de recuperar la pelota. En la mayoría de esas ocasiones, los once futbolistas argentinos quedaban rápidamente detrás de la línea del balón, en su afán de volver a tomar el control.

Así lo refleja la estadística: el 89% de los 18 quites que logró la Selección durante el partido fueron con recuperación, es decir que el robo incluyó el pase a un compañero, y no sólo un interrupción.


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