Aún no se sabe cuándo finaliza la concesión de la terminal de Regina

Falta un documento para poder determinar cuándo entró en vigencia la concesión de explotación de la terminal de colectivos en 1990. Aparentemente el municipio no habría hecho el certificado de finalización de obra, que es fundamental para tener datos certeros sobre las fechas.

La ausencia de un acta fundamental, hace que se mantenga la incertidumbre sobre la fecha de terminación del contrato de concesión de la terminal de ómnibus de Villa Regina, y la fecha en la que el edificio pasará a manos del municipio local. El documento faltante es la certificación del fin de obra de la construcción de la terminal.

El certificado, según se explicó, es fundamental para determinar la fecha en la que comenzó a tener vigencia la concesión por 30 años que otorgó el municipio reginense a Pedro Nardanone, quien mantiene la explotación del edificio desde 1990.

A partir de ese documento se podrá definir en qué momento de este año expirará el contrato de concesión, y a partir de qué momento el municipio debe hacerse cargo de la explotación de la planta baja de la terminal de colectivos de esta ciudad.

Una de las principales sospechas, es que el acta que debía labrar el municipio hace 30 años atrás, nunca fue confeccionada, y por este motivo es que no se cuenta con exactitud sobre los plazos de vigencia de la concesión.

“Con una nueva revisión de la documentación, permitió dar con las cláusulas anexas al contrato de concesión, pero aún no hemos podido dar con el acta de certificación del final de obra”, indicó el concejal Silvio Rodríguez, quien la semana anterior marcó la necesidad de que el Concejo Deliberante y el municipio reginense cuente con la documentación necesaria para determinar la de expiración de la concesión de explotación de la terminal de colectivos.

Rodríguez indicó que al no encontrarse aún ese documento, se comenzó a consultar a exfuncionarios del municipio que estaban en funciones en 1990. “Por las consultas que se realizaron, algunos exfuncionarios me dijeron que tal vez esa certificación no se hizo”, agregó el concejal de la bancada de Juntos Somos Río Negro.

El tema fue puesto en debate la semana anterior en el legislativo municipal por el pase a archivo de un pedido que en 2018 realizó el exconcejal Luis Baleani para declarar la emergencia edilicia de la terminal de ómnibus de esta ciudad. El expediente se pasó a archivo, pero al mismo tiempo el Concejo Deliberante aprobó hacer un pedido de informes a la secretaría de Coordinación del Departamento Ejecutivo, para conocer la situación en la que se encuentra actualmente el edificio.

Al mismo tiempo se planteó la necesidad de contar con datos fidedignos sobre la fecha de expiración del contrato de concesión, que en 1990 el municipio otorgó a Pedro Nardanone, que por una iniciativa privada impulsó la construcción del edificio para la terminal de colectivos.

Si bien en principio el contrato de concesión preveía la explotación tanto de la planta baja como de la alta del edificio, una serie de infracciones que se cometieron en los primeros años (con la instalación de un local bailable en la planta alta de la terminal), terminó con la clausura de ese lugar y el pase de la tenencia a manos del municipio, que nunca dio uso a ese sector.

Entre 2018 y 2019, el exintendente Carlos Vazzana intentó avanzar en un acuerdo con Nardanone para dar cierre de manera anticipada a la concesión, pero nunca se pudo completar este proceso por negativa del Concejo Deliberante.


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