Bariloche: pide ayuda para trasladar a su hijo de 11 años al hospital Garrahan

La afección de Valentín fue detectada en el hospital Ramón Carrillo cuando nació. Desde entonces, debe controlarse en el hospital de Buenos Aires. Su familia pide ayuda para el viaje y la estadía.

Valentín pasó sus primeras 48 horas de vida en un avión sanitario rumbo al hospital Garrahan en Buenos Aires. Sucede que cuando nació en el hospital Ramón Carrillo de Bariloche, los médicos indicaron a sus padres que el bebé sufría una cardiopatía y debía viajar de inmediato.

En Buenos Aires, llegó el diagnóstico: tetralogía de Fallot. “Sus arterias estaban mal, no estaban bien formadas”, resumió Rosa Ávila, su madre. Los dos primeros años del niño, los viajes al Garrahan se reiteraron cada tres meses; luego fueron dos anuales y finalmente, una consulta al año.

Ya con 11 años, Valentín debe viajar una vez más a Buenos Aires para el control ya que su cardiólogo debe evaluar cuándo será conveniente operarlo. La cita es el 31 de mayo. Pero su madre es empleada doméstica -aunque no tiene trabajo en este momento- y, necesita reunir el dinero para el viaje y la estadía. “Estamos separados con su papá pero siempre viajamos los dos. Y lo que sucede es que vamos pero por la situación de Valen, nunca sabemos cuándo vamos a volver”, señaló Rosa.

Rosa aseguró que su hijo «conoce sus limitaciones». Foto: gentileza

Hace dos años que el niño no concurre a la consulta médica. En 2019, sus padres contaron que “la agenda estaba saturada” y el año pasado, la pandemia complicó el viaje.

Rosa recordó que, en el primer viaje a Buenos Aires, sintió que “se le caía el mundo encima”. “Era un bebito entubado y lleno de cables. En ese momento, mi nena tenía 10 años y mi nene, 6. Nació el hermanito, alcanzaron a verlo y nos fuimos más de un mes. A Valentín lo operaron a los 5 meses, después le hicieron cateterismo, hace dos años una espirometría y ahora, le harán una resonancia y le pondrán un holter”, detalló.

Valentín debe concurrir al hospital Garrahan el 31 de mayo. Foto: gentileza

Ahora, aguarda una nueva intervención pero antes, deberá atravesar varios controles. “Ya le tienen que cambiar una válvula. Pero como Valen sigue creciendo y desarrollando, le puede quedar chica en seguida. El cardiólogo lo va controlando hasta ver dónde llegamos. Por eso, también la incertidumbre de lo que dura cada viaje”, indicó Rosa.

Según la mujer, Valentín ya aprendió a vivir con su afección. “Conoce sus limitaciones. No puede correr y camina muy poco porque se agita. En el colegio, en educación física se siente mal y se sienta. En los cumpleaños, pregunta porque no puede comer con sal”, refirió.

Valentín concurre a la escuela 266 pero cursa sexto grado de manera virtual porque el barbijo lo ahoga.

Para reunir fondos para el viaje, su familia organizará un festival a la gorra en el Paseo del Lago y pusieron en marcha una venta de rifas (2944-613102).


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