Biodiversidad en el manejo sanitario hortícola
Se trata de un recurso clave para el manejo de los sistemas hortícolas y la disminución del uso de agroquímicos.
La actividad hortícola del Alto Valle de Río Negro y Neuquén se destaca por abrirse paso dentro de un paisaje dinámico y heterogéneo. Sus predios están rodeados de chacras frutícolas en producción, cuadros abandonados, pastizales, alamedas, bordes de canales, y limitan con áreas urbanas, de monte y de meseta.
Cada uno de estos sitios agrupa a diversas especies vegetales, refugios para un sinnúmero de organismos vivos que interactúan entre sí y dan lugar a comunidades capaces de reproducirse y autorregularse en el tiempo.
Esta característica bien podría considerarse como un “servicio ecosistémico”, porque ofrece recursos para regular la incidencia de las plagas en los cultivos, a bajo o nulo costo. Sin embargo, su aporte suele desconocerse hasta el punto en que productores y asesores técnicos tendemos a minimizarlo. Esto ocurre cada vez que se reduce el número y la variedad de especies vegetales mediante el desmonte o el uso de herbicidas sin efectuar un balance consciente de lo que se gana y se pierde, o cuando se aplican insecticidas que no solo eliminan a los insectos plaga sino también a los benéficos.
Con la premisa de visibilizar este recurso y para beneficio de una comunidad de entidades, consumidores y productores preocupados por la inocuidad, calidad y costo de los alimentos, instituciones como el INTA, la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) y el CONICET, desarrollan líneas de trabajo que ponen en valor la importancia de la biodiversidad, y buscan aproximar recomendaciones para valerse de ella.
En este sentido, el INTA IPAF Patagonia junto a investigadores del CONICET y estudiantes de la Facultad de Ciencias del Ambiente y de la Salud (UNCo) efectuaron entre 2017 y 2018 un relevamiento de la biodiversidad de insectos y arácnidos presentes en predios hortícolas rurales y periurbanos, donde se evidencia la importancia de la vegetación espontánea en los sectores no cultivados, para la promoción de insectos benéficos (depredadores y parasitoides) que ayudan en el control de las plagas. También se destaca la abundancia de otros insectos muchas veces ignorados, que participan en la polinización y la nutrición del suelo.
Por su parte, la Facultad de Ciencias Agrarias (UNCo) busca precisar los beneficios de determinadas especies vegetales espontáneas e implantadas. Como resultado de esta investigación se manifiesta la complejidad de interacciones biológicas y la abundancia de organismos de interés productivo en especies consideradas como malezas. En este sentido, pueden mencionarse la Ortiga, la Sanguinaria y la Cerraja, donde no solo se constató la presencia de insectos plaga (fitófagos) sino también de enemigos naturales (predadores) cuya función es controlar a los primeros. Las proporciones entre estas especies resultaron cercanas, dato alentador si consideramos que cada predador puede consumir de 300 a 400 fitófagos.
Sumado a esto, son cada vez más los productores que se atreven a encarar transiciones hacia sistemas productivos más amigables con el medio ambiente, a través de estrategias que combinan la disminución de agroquímicos con el resguardo de la vegetación espontánea y la implantación de corredores de aromáticas y cercos verdes para repeler organismos perjudiciales y/o atraer y refugiar a los benéficos.
La necesidad de disponer de estos conocimientos en la región motivó a la Agencia de Extensión Rural Cipolletti del INTA y a las demás instituciones mencionadas, a realizar durante octubre y noviembre las “Jornadas de Actualización sobre Valoración y Aprovechamiento de la Biodiversidad asociada a Sistemas de Base Hortícola”. Allí asistieron investigadores, extensionistas, estudiantes, técnicos, docentes e investigadores distintas regiones, universidades y centros de investigación del país, quienes no solo intercambiaron las últimas novedades en la materia sino que se nutrieron con el relato de productores y técnicos sobre sus experiencias de transición agroecológica.
Los interesados en conocer más sobre los aportes y publicaciones mencionadas pueden escribir a Cecilia Gittins a gittins.cecilia@inta.gob.ar o a Graciela Reybet a graciela.reybet@faca.uncoma.edu.ar
Datos
“En un ambiente productivo es necesario identificar cada componente y repensar su manejo en pos de mayor sustentabilidad”.
Pablo Vásquez, INTA Alto Valle FCA UNCo
Datos
- 397
- La cantidad de especies encontradas en el relevamiento de sistemas hortícolas encabezado por el INTA IPAF.
- 5%
- La proporción de especies consideradas plagas de los cultivos hortícolas.
- “En un ambiente productivo es necesario identificar cada componente y repensar su manejo en pos de mayor sustentabilidad”.
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