Boqueteros: un testigo reconoció a uno de los imputados

Es en la megacausa por robos en la región. Zanellato, una de las víctimas, señaló a uno de los imputados como el autor del robo en su vivienda.

“Es ese hombre que está allá”, dijo César Zanellato cuando la fiscal le preguntó si reconocía al hombre que el 22 de octubre de 2015 lo maniató mientras dormía la siesta para luego robar en su vivienda. El comerciante se levantó y apuntó con su dedo a Pablo Muñoz, uno de los 16 imputados en la causa por la supuesta asociación ilícita de la banda de boqueteros que entre 2015 y 2016 realizaron sendos robos a vivienda y a comercios. Para este debate se investigaron 18 robos y hay más de 200 testigos.

Zanellato dio detalles del robo que sufrió en octubre del 2015 y que fue uno de los asaltos que generaron la hipótesis de las fuerzas de seguridad que en la región, espacialmente en Cipolletti, una banda organizaba y planificaba robos con dos modalidades; robos a mano armada en viviendas y boquetes a comercios.

El testigo contó también que rápidamente reconoció a su agresor en una rueda de reconocimiento que se hizo en el Poder Judicial. “Hay dos personas parecidas, pero lo reconocí fácil, no tengo ninguna duda”, dijo.

Entre los imputados se encuentra Ingrid Muñoz quien en ese momento realizaba tareas domésticas en la vivienda de la familia Zanellato y está señalada como la persona que daba información. El empresario dijo que tenía una relación normal con ella. En el momento del robo el propietarios estaba durmiendo en su habitación y solo estaba acompañado por la Ingrid Muñoz.

Durante su testimonio, Zanellato dijo que le llamó mucho la atención que los dos perros que tenía en ese momento no ladraran. “Teníamos dos caniches y siempre fueron muy guardianes, es decir que ladraban mucho cuando había gente y ese día no ladraron nada. Fue raro. No sé si los habrán sacado, pero eso me llamó mucho la atención”.

El testigo aseguró que solo su familia directa, pareja y dos hijos, tenían llaves de la vivienda y conocían la clave de la alarma. “Ella (Ingrid) me dijo que abrió la puerta para sacar algo y en un descuido fue cuando entraron a la casa, haciéndose pasar por empleados del correo”.

Los ladrones que según Zanellato eran entre 4 o 5, pero solo vio al que lo ató en su cama, abrieron una caja fuerte y se llevaron dinero en efectivo, joyas y relojes. La plata que se llevaron fueron 10 mil pesos, 14.500 dólares y una suma en euros que no supo precisar. Por la cantidad de testigos el debate se extenderá hasta mediados de diciembre. El juicio continua el martes 16.


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