Brasil: ocho estados reanudaron actividades y anuncian plan de recuperación

El jefe del gabinete, general Walter Braga Netto, informó que el Programa Pro Brasil será implementado a partir de octubre próximo y contará con la planificación y la colaboración de todos los ministerios.

El gobierno de Brasil anunció un plan de recuperación económica y social a 10 años con el objeto de mitigar el impacto de la pandemia de coronavirus, que causó más de 45.700 contagios y de 2.900 muertes, después de que ocho estados iniciaran una reapertura gradual de sus actividades productivas.

El jefe del gabinete, general Walter Braga Netto, informó que el Programa Pro Brasil será implementado a partir de octubre próximo y contará con la planificación y la colaboración de todos los ministerios del gabinete del presidente Jair Bolsonaro.

“El programa busca mejorar las acciones estratégicas para retomar el crecimiento en respuesta a los impactos que Brasil sufrió debido a la pandemia”, dijo Braga Netto en conferencia de prensa en Brasilia, según la agencia de noticias EFE.

Aunque no detalló el presupuesto que tendrá ese plan, afirmó que procurará mejorar “el ambiente de negocios” con la atracción de inversiones privadas y el refuerzo de las inversiones estatales en obras públicas y de infraestructura.

Agregó que el programa comenzará a discutirse a partir de este viernes, deberá ser estructurado entre mayo y julio, y concluido en septiembre.

“Es un proyecto de Estado y no de gobierno; nuestra proyección de trabajo de este programa está en un universo temporal de 10 años, hasta 2030”, subrayó.

En tanto, el ministro de Infraestructura, Tarcísio de Freitas, aseguró que esa cartera invertirá en el segundo semestre de este año unos 46.300 millones de dólares en concesiones y 5.560 millones en obras públicas, con el fin de impulsar la “generación de empleo”.

En Santa Catarina, por ejemplo, ya abrieron las iglesias, los gimnasios y hasta los centros comerciales, mientras en Brasilia lo hicieron las ópticas y los negocios de electrodomésticos.

Los gobernadores implementaron medidas de precaución tales como horarios limitados, mantener la distancia de 1,5 metros entre personas y mesas de los restaurantes, junto a medidas de higiene accesibles en áreas de uso común.

Además, los clientes no podrán probarse ropa, accesorios como joyas, calzado y cosméticos.

Sin embargo, las fisuras en la seguridad comenzaron a salir a la luz.

Durante la reapertura del centro comercial de Blumenau, la tercera ciudad del estado Santa Catarina con más casos de coronavirus solo por detrás de Florianópolis y Joinville, se registró una aglomeración de personas, entre ellas adultos mayores y niños, consignó el diario O Globo.

En contraposición, el gobernador de San Pablo, Joao Doria, anunció su intención de comenzar a evaluar la flexibilización “gradual, heterogénea y segura” después del 11 de mayo, cuando termine la última prórroga de la cuarentena.

Mientras tanto, a un mes del confinamiento dispuesto por la mayoría de los gobernadores pero no por la administración federal, ocho estados brasileños iniciaron hoy una reapertura gradual de la actividad comercial en consonancia con la presión que Bolsonaro viene ejerciendo para reactivar la economía.

Más de la cuarta parte de los estados federados decidieron relajar las medidas de distanciamiento y aislamiento social vigentes desde hace cerca de un mes para frenar el impacto del coronavirus, que ya provocó 45.757 confirmados y 2.906 muertes, según informó esta tarde el Ministerio de Salud, aunque especialistas estiman que la cantidad de casos es mucho mayor.

Mientras las cifras oficiales indican que la curva de contagios sigue en aumento y se espera que la situación se agrave en las próximas semanas, los gobernadores de Río Grande do Sul, Santa Catarina, Goiás, Espírito Santo, Paraíba, Sergipe, Tocantis y Brasilia, comenzaron a flexibilizar la cuarentena.

San Pablo, el estado más poblado del país donde viven unos 46 millones de personas, seguía siendo el epicentro de la pandemia, con 1.134 muertes y 15.914 casos confirmados hasta esta tarde.

El llamado Plan San Pablo incluirá una serie de autorizaciones para empresas y comercios que podrán reanudar sus actividades en cada municipio y las condiciones bajo las cuales deberán hacerlo.

En tanto, el gobernador de Río de Janeiro, el segundo estado más castigado por el coronavirus con 490 muertos y 5.552 contagiados, discutirá mañana una posible flexibilización.

Por otra parte, el alcalde de la capital del estado Amazonas, Manaos, Arthur Virgílio, informó que el sistema de hospitales públicos de la ciudad está colapsado, según el portal de noticias G1, de la cadena Globo.

Amazonas tenía 2.270 casos confirmados y 193 muertes, la segunda peor tasa de infección en el país y una mortalidad por encima del promedio nacional, según el boletín más reciente del Ministerio de Salud.

Desde el brote de la pandemia en esta región, los sepelios se triplicaron y el movimiento en el cementerio más grande de Manaos demuestra que las cifras son mucho mayores que las que recogen las estadísticas del gobierno regional, señaló Neto.

Además, advirtió que Manaos se encuentra en una situación de «calamidad pública».

Con 1,8 millones de habitantes, la capital de Amazonas concentra cerca de la mitad de la población del estado, donde las condiciones sanitarias en la mayoría de los municipios son precarias y la infraestructura hospitalaria es casi inexistente.

Recientemente, debieron colocar frigoríficos en las inmediaciones de uno de los hospitales para guardar los cadáveres, luego que trascendieran imágenes en las que se veían a pacientes con coronavirus siendo atendidos a escasos metros de los cuerpos sin vida.


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