Brindan ayuda a los que el fuego dejó sin casa 

El municipio de San Antonio procura reubicar a las familias. Les entregaron víveres, colchones y útiles escolares para los chicos. El siniestro desnudó el total abandono del patrimonio histórico.

SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Las nueve familias que quedaron en la calle el lunes al incendiarse las viviendas ferroviarias de chapa y pinotea en las que residían, construidas a principios de siglo, recibieron apoyo de la comuna local para intentar salir de la grave situación en la que se encuentran al haber perdido casi la totalidad de sus pertenencias.

Sin embargo, pocas respuestas hay en relación al otro tema que quedó en evidencia luego de este grave hecho: el abandono del patrimonio histórico ferroviario de la localidad puede derivar en su inminente desaparición y destrucción.

Buscan soluciones

El intendente Wálter Zonco se reunió con los damnificados por el impresionante siniestro cuyas llamas llegaron hasta más de 20 metros de altura y que devoró casi media manzana histórica de esta comunidad, y con su futuro reemplazante al frente de la comuna, Adrián Casadei, para tratar de darle soluciones a estos pobladores que de la noche a la mañana quedaron sin techo.

Dos de las nueve familias se alojaron en el albergue municipal por algún tiempo.

Las restantes fueron con familiares y amigos. La Municipalidad repartió víveres, colchones y vestimenta a través de Cáritas y otras organizaciones solidarias. También se distribuyeron alimentos y útiles escolares para los niños que hoy comienzan la clases.

Con respecto a la obtención de un nuevo lugar para vivir, Zonco informó que se hicieron gestiones con Sefepa para que algunas casas que están a cargo de esa empresa provincial y que se van a desocupar próximamente pasen a manos de algunos de los damnificados por el incendio.

Una familia recibirá materiales para terminar una vivienda en construcción muy avanzada, mientras que otra recibirá elementos para iniciar la edificación.

A las restantes se les podrá pagar un alquiler de hasta 150 pesos mensuales durante seis meses y se les otorgará un terreno sin cargo en esta localidad.

Ayer, las víctimas de las llamas recorrían los restos de lo que alguna vez fueron sus viviendas.

Retiraban algunas chapas que tal vez puedan servirles para alguna nueva edificación y miraban con nostalgia los resabios humeantes de zinc y madera calcinada.

«El fuego llegó hasta la punta de aquel árbol y pasaba cuatro o cinco metros más arriba», informó Sergio Palacios, uno de los habitantes de ese lugar, señalando un enorme eucalipto de más de 15 metros de altura.

Las llamas devoraron media manzana de construcciones ferroviarias en las que hasta hace una década hubo cuatro viviendas perfectamente delimitadas. El ingreso de familias a este lugar hizo que las casas se subdividieran y terminaran transformándose en varias habitaciones con baño en las que residían en total unas 40 personas.

Patrimonio abandonado

El hecho no solamente dejó a nueve familias en la calle que obligaron a una rápida actuación de la intendencia local sino que ademas desnudó que unas 50 casas y dependencias ferroviarias que conforman una parte importante del patrimonio histórico de esta localidad están abandonadas a su suerte y caminan rumbo a la desaparición. 


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