Buscan a un abogado desaparecido y encuentran su casa baleada

BUENOS AIRES (Télam).- Un reconocido abogado de 47 años era buscado ayer por la policía luego que su hijo denunciara su desaparición de su departamento de la localidad bonaerense de Monte Grande, donde se detectó un gran desorden, la falta del automóvil del letrado y un balazo en el piso.

Fuentes policiales informaron que se investiga si el hombre desaparecido desde hace dos días fue víctima de un crimen, ya que sus familiares temen que el episodio puede estar vinculado a su trabajo en un caso con «personas muy pesadas». Otras hipótesis que siguen los investigadores relacionan la desaparición con un conflicto familiar o con el robo de un dinero que el hombre había cobrado recientemente.

Todo se inició se inició la noche del martes cuando el abogado Cristian Ariel Vázquez, de 47 años, llamó a su hijo para avisarle que estaba tomando un café con un amigo en una estación de servicio local, en Boulevard Buenos Aires y Santamarina.

El chico de 17 años dijo que a las 22.30 estaba en el departamento ubicado en Ocantos al 100 de esa localidad del partido de Esteban Echeverría, donde reside con su padre, cuando éste le comunicó por teléfono que estaba en camino. Tras recibir ese llamado, se fue a dormir a su habitación, pero al despertarse a las 7 del miércoles para ir al colegio, advirtió que su padre no estaba en la vivienda. Según las fuentes, el chico vio que la luz del dormitorio de su padre estaba encendida, al igual que la del living, que estas habitaciones estaban completamente revueltas y que en la puerta de acceso se encontraba puesta la llave en el manojo del abogado.

«El chico dijo que no escuchó ruido o pelea alguna mientras dormía, y que le llamó la atención que el piso se encontraba levantado como si se hubiera caído algo pesado, ya que estaba como astillado», precisó una fuente de la investigación.

Ante esa situación, el adolescente se dirigió a la cochera del edificio y descubrió que el Volkswagen Bora negro con vidrios polarizados de su padre no se encontraba allí, por lo que, preocupado llamó a su tío, le contó lo sucedido y luego denunciaron lo ocurrido en la comisaría de Monte Grande.

Tras la denuncia, efectivos de la seccional junto a los expertos de Policía Científica se dirigieron al departamento de Vázquez, donde descubrieron que el astillado del piso de madera se debía a que tenía incrustado un proyectil calibre 40. Los peritos secuestraron ese plomo y también hallaron huellas papilares.


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