«Cacho» Collueque, el profe que revalorizó la Educación Física

Trabajó duro para que en las escuelas dejaran de verla como una “extensión del recreo”. Es un formador de gimnastas.

Docente y formador en la gimnasia artística, tarea que «Cacho» realiza en el Club del Progreso. Foto: Andrés Maripe.

“Cacho” Collueque es una figura querida en el ámbito de la educación escolar y del deporte . Tiene el semblante de un hombre tranquilo, observador y silencioso. Pero hoy, con 64 años -y cerca de jubilarse como profesor de Educación Física- sigue con su vida llena de actividades, siempre atento al l grito de “¡mire profe!” que le lanzan un enjambre de chicas y chicos a su alrededor.

Recuerda sus inicios como docente en Roca, allá por 1982, cuando las clases de Educación Física “eran vistas como ir al recreo, para que la maestra tenga un descanso”, relata.

“Usaban nuestras clases para practicar los actos escolares o nos sacaban a los alumnos que tenían que recuperar matemática. Si algún grupo tenía hora libre, nos enviaban a los chicos para que `hagan algo´”, amplía.

Todos los que pasaron por sus clases coinciden: “Cacho” es un gran motivador, un apasionado y transmite de modo profundo todo lo que enseña. Tanto que muchos son hoy profesores de educación física por su influencia.

Oscar llegó a Roca en 1982, con su título de profesor de Educación Física. Trabajó en varias escuelas y más tarde creo la de gimnasia artística en el Club Del Progreso. Foto: Andrés Maripe.

Collueque tuvo una infancia dura en Viedma. Viene de un hogar de abandono. Hizo hasta 6º grado en la escuela hogar de El Cóndor, y luego todo el secundario en el Colegio Salesiano de Beltrán. Allí fue pupilo y aprendió los primeros movimientos en gimnasia.

Como el “colegio de los curas” tenía orientación agraria, “Cacho” se enfocó en la carrera de Agronomía cuando terminó 5º. Probó un año, pero luego se pasó al Instituto de Educación Física de Viedma. Ingresó en 1979 y se reicibió tres años más tarde.

“Educación Física es la materia más importante en la escuela. No existe otra cosa. Mi acción apunta a dignificar la tarea de los profes”.

Oscar Collueque, profesor

Como Viedma “estaba plagado” de profesores, vino a probar suerte a Roca. Lo hizo junto a sus compañeros de carrera, Alberto De la Rosa y “Bocha” Calvo. Empezó en la escuela 274 y consiguió un cargo en la 38 de Stefenelli. Allí conoció a su esposa, María Teresa Luengo, profesora de música. Fueron padres con la llegada de Cecilia.

“Cacho” siguió dando clases en la 32, y desde 1.996 en la Escuela Del Valle, donde pudo profundizar su método de enseñanza. Hoy es el coordinador del área de educación física, que abarca jardín, primaria y secundaria.

En paralelo, y por afuera de las escuelas, “Cacho” se destaca como instructor de gimnasia artística, una disciplina que disfruta mucho y de la que es pionero en Roca, junto a Alberto De la Rosa. Ambos tuvieron un grupo en sus años de estudio en Viedma. Hicieron giras por la Patagonia y cosecharon aplausos con sus destrezas.

Oscar, la profe Celeste y las gimnastas de Del Progreso, en la formación que más disfrutan. Foto: Andrés Maripe

Más tarde arrancaron con las clases en Del Progreso, siguieron en el gimnasio Patagonia y desde 1.996, Collueque volvió al club y armó la escuela de gimnasia.

Allí recibió a Río Negro para contar su historia. Entre preguntas y respuestas apareció el “hola Cacho ¿Todo bien?”, y enseguida el choque de puños con las pequeñas gimnastas.

Una infinidad de chicas del nivel B y C pasan varias veces en la semana por sus clases. A lo largo de más de 30 años, muchas compitieron en campeonatos nacionales con éxito.

“Algo significativo es que quienes trabajan conmigo en gimnasia o dan clases de Educación Física fueron mis alumnas”, cuenta “Cacho”. Y mira el futuro con optimismo: “lo veo como un legado, la posibilidad de que un trabajo se sostengan en el tiempo. Más allá de si estamos nosotros o no”.

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“´Cacho´ motiva. Transmitió su pasión a muchos que hoy somos profes. Es como un niño grande, jugando y tirando siempre ideas nuevas”.

Veronica Roig, ex alumna de Collueque y profesora de Educación Física.

Al describir cómo enseña en las escuelas, Collueque resalta que su intención profesional es “orientar la educación física a lo que debe ser: educación con el movimiento, pero con contenidos propios”. Empezó a aplicar su método en la Escuela Del Valle agregando estímulos. Incorporaron los campamentos, el plan escolar de natación y el de tenis y sumaron un deporte alternativo en primaria.

Sostiene que los viajes son un elemento fundamental en la enseñanza. “Tienen un significado importantísimo en la vida de los chicos. Les generan una independencia de su rutina diaria, a no depender tanto de su familia, a valerse por sí solos y conocer más a sus compañeros”, destacó.

Refuerza el concepto con la idea de que el viaje tiene que tener un contenido ligado con el currículum que fija la escuela.

“Con cada viaje volvemos mejor de lo que salimos, enriquecidos con nuevas experiencias”, remarcó con entusiasmo.

Luego llegó el momento para la pregunta final . ¿Qué te resta hacer en la vida? Y “Cacho” mantuvo el mismo tono de voz y el gesto de hombre manso al responder: “Estoy bien así. He tenido demasiada buena vida si miro para atrás y veo el lugar de donde vengo”.


El gran sostén de Cecilia en el kayak


No es extraño cruzarse a “Cacho” en Roca, justo cuando baja el kayak para entrenar con Cecilia.

Año 2003. Padre e hija se dan el gran gusto con la regata del Río Negro.

Puede darse en el canal grande de riego o en el río Negro, en Paso Córdoba.

“Cacho” es hoy “la logística” de su hija, la principal palista de maratón del país y bicampeona mundial en categoría máster.

En el 2002 y 2003 corrieron en pareja la regata del Río Negro, en lo que significó el bautismo de fuego para Cecilia.

Mucho antes, y otra vez con su amigo Alberto De la Rosa, practicó el canotaje cuando aún no había alguna escuela que lo enseñara. “Tuvimos que aprender solos y arrancamos como un hobby. Es un deporte que nos conecta con la naturaleza y nos saca del encierro del gimnasio”, explicó.


«Un gran motivador»

Verónica Roig fue una de las primeras gimnastas que tomó clases con «Cacho» Collueque a mediados de los `80.

Lo define como un tipo diferente, «un profe motivador, apasionado por la educación física. La que considera como la materia más importante del mundo por todos los beneficios que brinda».

Verónica se considera como «una de las tantas alumnas que somos hoy profesoras de educación física por las enseñanzas y la influencia de ´Cacho`».

Recordó la primera gran muestra de gimnasia que Collueque y De la Rosa hicieron en el estadio Luis Maiolino en 1982, las clases de los sábados a la mañana en el Domingo Savio y luego en Italia Unida y Del Progreso.


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