Canotaje: una alternativa recreativa para todo el año

A diferencia de lo que muchos creen el canotaje no es un deporte que se practica solo durante el verano. Sus únicos enemigos son el viento y la lluvia. Hasta en los días fríos suelen verse los más aficionados remando en sus embarcaciones.

Es mucho más que un deporte de competencia y velocidad. Se trata de una disciplina que además de sus beneficios físicos, ayuda a los más chicos a formar carácter. Una actividad que requiere de decisiones ágiles que garanticen no perder el control del bote.

Se trata de un ejercicio completo que puede ser practicado desde los 5 años en adelante y no tiene otro límite de edad más que el que cada uno pueda tener. Incrementa la fuerza, la flexibilidad, ayuda a mejorar la postura y uno de sus puntos más altos es que no es un deporte de impacto. Según los que lo practican también puede ser un deporte terapéutico que ayuda a despejar la mente.

Mauro Gaona, un profesor y aficionado del deporte con más de 10 años de experiencia, explicó que la popularidad de la actividad en la región fue incrementándose con el paso del tiempo. “Gracias a las escuelas de canotaje la actividad fue siendo cada vez más vista. Hoy hay varios lugares donde podés practicar el deporte y eso antes no pasaba”.

Otro factor que ayudó a fomentar la actividad es la gran variedad de embarcaciones y remos que hay en el mercado, que se adaptan a la fisionomía de casi cualquier persona.

Sobre eso, José Caliani, otro profesor con más de una década en la disciplina, remarcó que hoy se consigue una amplia gama de botes para casi cualquier necesidad. “Antes había pocos modelos, y si vos no entrabas en ese bote, no había muchas opciones”, indicó. Y agregó que, en ese entonces, el deportista “tenía que tener una fisonomía casi exacta para entrar. Cuando aparecieron más botes, muchos empezamos a poder competir”.

La mayoría de los clubes ribereños de Neuquén le brindan al usuario las embarcaciones, los remos y los chalecos salvavidas. Además tienen diversas categorías que abarcan todas las edades desde preinfantiles, infantiles, menores hasta adultos.

“Para arrancar lo único que necesitás es pagar en un club que te brinda todas las herramientas. No se requiere de mucha inversión”, expresó Caliani.

Y explicó que generalmente recomiendan a sus alumnos, que si quieren invertir en algo sea en el chaleco salvavidas. “Los menores crecen y al año no entran en el bote, y los adultos cuando van mejorado su habilidad de remo, van cambiando de botes también”.

El deporte no es solo remar, también realizan actividades de gimnasio. Y para los más chicos se trabaja en cómo prevenir situaciones de riesgo y cómo resolverlas.

El verano es la época del año donde la actividad mueve más caudal de gente. Y esto es porque las escuelas de canotaje reciben muchos chicos que terminan el año lectivo.

“Es un deporte que se practica mucho en verano por la temperatura y además es más seguro porque el río baja el nivel. Pero la verdad es que nosotros seguimos teniendo actividad durante todo el año”, sostuvo Gaona.

Las escuelas de infantiles son las que más concentran su actividad en el momento más caluroso del año. “Donde yo trabajo cerramos la escuela de canotaje en invierno, porque no es lindo que un nene de 8 años pase una situación de frío sin necesidad. Además intentamos que el chico tampoco se canse de la actividad”, cerró Caliani.

Para los menores, las escuelas concentran su trabajo en su mayoría en el último y el primer trimestre del año. Por lo general en esta época del año las academias tienen grupos de 15 personas aproximadamente, de preadolescentes hasta adultos.

Actualmente hay competencias para todos los niveles. En la Regata de Río Negro se puede competir en los botes tipo Travesía como así también en K1.

Botes que cubren todos los gustos y necesidades

En el canotaje hay diversos tipos de embarcaciones que cumplen con características diferentes y están enfocados a distintos públicos. Para iniciar, los profesionales del deporte recomiendan el bote tipo Travesía, que entre sus cualidades se destaca por su gran estabilidad.

Esto le permite al usuario concentrar sus primeros pasos en el deporte, en optimizar la habilidad de remo y otras cuestiones básicas, en vez de invertir tiempo en mantener el equilibrio.

Sin embargo, el Travesía es una embarcación que por su gran tamaño pierde en velocidad comparado con otros modelos.

Para los más experimentados, uno de los modelos más elegidos es el K1. Se trata de una embarcación que prima la velocidad por sobre el equilibrio. Son más largos y menos anchos que los Travesía, pero alcanzan velocidades mayores.

Mauro Gaona, un profesor de canotaje, explicó que el k1 “es el modelo al que todos quieren llegar, algunos tardan más que otros en adaptarse, pero también depende lo que busque cada usuario”.

Estos varían entre 5,10 y 5,16 metros de largo y de ancho suelen medir entre 35 y 40 centímetros aproximadamente. Los K1 olímpicos de industria nacional tienen un valor promedio de $15 mil, y los importados se estiran hasta $100 mil. Varían principalmente en el tipo de materiales.

“No necesitas equipo de alta gama para poder disfrutar y practicar el deporte”, indicó Gaona.

Un K1 olímpico puede recorrer 1.000 metros en 3 minutos 30 segundos.

En aguas sin corriente puede alcanzar los 17 kilómetros por hora. En el río Limay, aguas abajo, la velocidad casi se duplica por la corriente. Esto permite poder recorrer 50 kilómetros en dos horas aproximadamente.

El objetivo de las escuelas no es que el alumno aprenda a remar en los botes más rápidos, sino que trabaje en la técnica de remo.