Carencias y ruidos políticos en Añelo, la capital de Vaca Muerta

Tra una semana convulsionada por los cortes de ruta, el oficialismo apuntó contra la oposición y los concejales negaron un intento destituyente.

Los cortes de ruta que hubo esta semana y la anterior en Añelo dejaron nuevamente expuestas las carencias de la ciudad que convive con el desarrollo de Vaca Muerta y el débil equilibrio político que rodea al intendente Milton Morales. El dirigente ganó en 2019 con más de un 48% de los votos, pero Juntos por el Cambio le siguió de cerca y obtuvo algo parecido a una paridad en el Concejo Deliberante. El oficialismo entendió los bloqueos por el agua como un intento por destituirlo del Municipio, aunque los concejales desmienten abrigar esa aspiración.

“Hemos leído comentarios que, para nosotros, han intentado politizar una problemática de la gente. Es algo que se sufre hace muchísimos años y que viene no de esta, sino de la anterior gestión. Es de inescrupuloso querer hacer política con la necesidad de la gente”, planteó Víctor Cabrera, jefe del bloque de Juntos por el Cambio. El edil dijo que, desde el año pasado, se venían reuniendo con Morales porque “sabían que la falta de agua iba a ser un problema en el verano”.

Hubo un compromiso del Ejecutivo de terminar la obra de la planta potabilizadora en diciembre, pero por imprevistos en la ejecución se llegó a fines de enero sin que la solución esté lista. El acta acuerdo que firmaron las partes el lunes, cuando se levantaron los cinco bloqueos, comprometió al municipio a garantizar en siete días la finalización de la red de agua para el sector del barrio El Mirador que estaba en conflicto.

“No sólo es el agua. En el invierno, los reclamos van a ser por gas. Ese mismo barrio tiene manzanas adonde todavía no llega”, afirmó Cabrera, quien reconoció haber estado en los bloqueos pero “en un costado (de la ruta) escuchando cuáles eran las problemáticas”. “De ninguna manera estamos de acuerdo, pero apoyamos al vecino si cree que era la mejor manera de reclamar”, dijo.

El bloque que preside Cabrera tiene tres bancas propias, aunque uno de sus concejales, Alejandro Guzmán, fue expulsado este mes tras una condena por abuso sexual infantil. Su lugar será reemplazado por Carolina Muñoz, la siguiente en la lista, cuando se retomen las sesiones en febrero.
El séptimo edil (el Movimiento Popular Neuquino también tiene tres representantes) pertenece a Unión Popular, una lista colectora que apoyó al intendente Morales en las elecciones de 2019.

“Somos aliados del oficialismo, siempre y cuando se garantice que se trabaja para la comunidad. Si es para algo que le sirva a los vecinos, vamos a trabajar en conjunto y lo mismo van a hacer los chicos de la oposición. Tenemos una sola bandera que es la de Añelo”, aseguró el concejal del espacio, Fernando Banderet.

Coincidió en que el reclamo por el agua fue “genuino, real” y por eso lo apoyó aún considerando que la medida fue “ilícita”. “Ya habíamos planteado al Ejecutivo la inquietud y respondieron que la planta de agua iba estar terminada en diciembre.No sucedió y se tuvo que tomar esta medida”, analizó.

Tanto Banderet como su par Cabrera descartaron intenciones destituyentes hacia Morales y coincidieron en que “debe terminar su mandato”. “Nuestro bloque siempre garantizó la gobernabilidad del pueblo”, afirmó el concejal de Juntos por el Cambio. El representante de Unión Popular dijo que “el pueblo dirá si hizo las cosas bien o no”. “Si mañana tenemos 3.000 personas en la calle pidiendo un recambio, como Concejo Deliberante los vamos a escuchar”, sostuvo.

El intendente descree y sostiene que hubo intereses políticos promoviendo los cortes: de concejales de la oposición y de dirigentes por fuera de los espacios institucionales. “Hay un poco de todo”, afirmó. Dijo que “la realidad es que los concejales opositores vienen votando todo negativo, no están dispuestos al diálogo ni generando el trabajo que deberían para el porvenir de la localidad”.

Todavía no está en juego nada y tener este tipo de jugadas políticas entorpecen el normal desarrollo de las obras que necesita Añelo”, planteó. Morales dijo que se sintió “totalmente acompañado” por el gobernador Omar Gutiérrez y los ministros del gabinete que participaron de las negociaciones y también por el exintendente, Darío Díaz. “Él sigue trabajando en la municipalidad como secretario de Relaciones Institucionales”, detalló.

Añelo enfrentará este año con un presupuesto de 859 millones de pesos, un cálculo que “sigue siendo ajustado” para las necesidades que tiene la ciudad. Más de 303 millones se irán al pago de salarios de la planta de personal, cuyo staff permanente es de unos 246 empleados.

Morales coincidió con los concejales en que la provisión de servicios (agua, gas y electricidad) son la prioridad para la inversión en Añelo, seguido por “obras de embellecimiento para acompañar el desarrollo impresionante” que tuvo la ciudad. “Añelo hasta hace siete años era una localidad de paso y se convirtió en un pueblo petrolero a pasos agigantados. Los recursos siguen siendo escasos, pero nos viene acompañando la provincia en lo que hace falta. Ha tenido un crecimiento demográfico muy atípico y las obras han quedado chicas”, fundamentó.

El presupuesto provincial del 2021 le asignó a la ciudad obras por más de 321 millones de pesos. Tres corresponden a la pavimentación de la ruta 7, aunque el monto principal será para el mejoramiento de su casco urbano.



“Estamos recorriendo la ciudad, planificando el trabajo legislativo y reuniéndonos con vecinos”, publicó la diputada de Juntos por el Cambio, Leticia Esteves, sobre su visita a Añelo el pasado 15 de enero. La legisladora de la oposición acompañó su posteo de Facebook con una foto de la ruta y otra de su reunión con los concejales del bloque. También estuvo en ese encuentro el dirigente Mario Salinas, excandidato a intendente de la fuerza en el 2019.

Cinco días después, el perfil “Añelo Quiere Agua” se creó en la misma red social. “¿Sufrís por no tener agua? ¿Padeces al no tener luz? ¿Te sentís desamparado por los gobernantes? Es momento de alzar la voz”, fue la primera publicación de la página que invitaba a una asamblea ese jueves y al primer corte de ruta, el viernes 22.

Hubo una parte del oficialismo que vio en esos dos eventos, desconectados a priori entre sí, una suerte de teoría conspirativa para iniciar un intento destituyente contra el intendente Milton Morales.

La presunción se alimentó por la presencia de concejales de Juntos por el Cambio en los bloqueos y por el audio de Whatsapp que se asoció a un dirigente vinculado al PJ donde se explicaba qué hacer para pedir la salida del jefe comunal en el Concejo Deliberante. El “instructivo” planteaba la necesidad de cambiar la presidencia del cuerpo, en febrero, por un edil más afín a esas intenciones que pudiera presentar la moción de destitución. Aseguraba que los concejales de Juntos por el Cambio estarían de acuerdo.
El propio gobernador Omar Gutiérrez se refirió al asunto y pidió “respetar el veredicto de las urnas”.

El concejal Víctor Cabrera (Juntos por el Cambio) y su par Fernando Banderet (Unión Popular) le bajaron el pulgar a la teoría: “debe terminar su mandato”, aseguraron. Morales, que puede reelegir, finalizará recién en diciembre del 2023.


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