Cartas: El virus coronado
Yo veo que una microscópica bolita desafía y hace temblar las estructuras que ensoberbecen a los poderosos de este mundo.
Benditos sean los humildes de corazón.
No somos más que simples mortales, pero tenemos el don de la vida en nuestras manos.
Que eso no se olvide.
Vamos a vivir con gratitud. Hoy es un nuevo día y mañana será otro. Estoy cerca suyo de corazón.
Cada lugar donde usted deposita su amor, y su dedicación, acaba volviéndose un poquito de lo que usted es. Yo tengo la certeza de que la suma de todo eso lo transforma en una persona extraordinaria.
Abrazo fraterno
Alberto Félix Suertegaray
DNI: 14169481
Roca
Te puede interesar
Comentarios
Para comentar esta nota debes tener tu acceso digital.
¡Suscribite para sumar tu opinión!
Comentarios