Insulto a la población

Acabo de informarme de que en la nueva “cumbre” de Cristina Kirchner, Sergio Massa y Alberto Fernández se convalidó un aumento salarial para los empleados del Congreso del 69% acumulado, con cláusula de revisión en noviembre.

Esto, después de una protesta de los empleados por la natural destrucción de sus salarios debido a la galopante inflación.

Naturalmente también, ese aumento se trasladará a los diputados y senadores de la Nación.
Digamos que tal aumento significativo suena obsceno a la luz de las necesidades del grueso de los trabajadores argentinos que -en la mayoría de los casos- ven licuados sus sueldos porque no consiguen en las paritarias ni siquiera empatarle a la inflación.

Y qué decir de los jubilados, ya insultados con las jubilaciones de privilegio que cobran algunos políticos, comenzando por la propia vicepresidenta de la Nación.

El sector de la política nos sigue debiendo el ajuste siempre declamado, nunca concretado.

En ese contexto, no deberíamos tolerar sueldos altísimos que se ajustan al propio criterio de los políticos (sobre todo en este contexto económico), exenciones de impuestos para algunos mientras el grueso de la población soporta un peso impositivo insoportable, o viáticos y pasajes que aún sostienen viajes de políticos que pueden evitarse.

Sebastián Miguel Paz

Neuquén