Una academia que marcó un hito

La academia de dactilografía y taquigrafía Londres marcó un gran hito en la vida de Neuquén. Doña Blanca Errecart de Molina. Todos los neuquinos estudiaron en sus máquinas.

En los relatos de la vida neuquina hoy quiero homenajear a Blanca Errecart de Molina, ya que resulta insoslayable la mención de aquellas instituciones que congregaban a los neuquinos en pos de distintos fines, en la década del 60, 70. En este caso, la enseñanza de la dactilografía y la taquigrafía con Blanca como el alma máter de esa instrucción.

Su familia era de origen vasco francés. Nació en Viedma el 24 de agosto de 1925. Su hermano Armando vino a la ciudad a visitarla y se quedó, y su cuñado también hombre del ferrocarril, don Marcial Molina, lo invitó a venir a la zona, puesto que él era el encargado del Galpón de Máquinas.

Blanca se había casado con Marcial en 1945 y arribaron a esta ciudad en 1953 con sus dos hijos mayores, Rubén y Lelia Norma; Leandro Héctor nació en estas tierras. Les dieron seis nietos y seis bisnietos.

Asentados en la ciudad vivieron en la Colonia ferroviaria B14 sobre calle Brown y San Martín. Prolífica y dinámica vida la de doña Blanca, en su academia de dactilografía Londres estudió medio Neuquén del ayer. El instituto estaba situado en calle Alderete 59 y luego en Brown 369. Nos cuenta hermosos recuerdos: que tuvo 25 máquinas de escribir Remington, Lexicón 80 y Olivetti, las que utilizaron muchísimos neuquinos. Terminada la vida de su esposo en el ferrocarril, compraron su casa en el barrio La Sirena, en donde actualmente vive. Cuando don Molina se jubiló trabajó en dependencias del gobierno provincial.

La Academia fue cerrada en la década del 70. Ella atesora innumerables fotos de su trabajo.

Paralelo a esta labor estuvo veinte años en la Cruz Roja filial Neuquén, en donde trabajaba con la señora Tota
–María Pomina– Suárez de Caso, de quién resalta su inmensa labor. También Blanca fue una de las promotoras de la creación de la biblioteca Escritores Neuquinos en su barrio. Participó activamente con la sociedad vecinal de La Sirena, logrando –entre tantas otras cosas– cuando era presidente vecinal Eduardo Correa y secretaria Blanca Errecart la instalación de la comisaría.

En su mente plagada de evocaciones no puede soslayar recordar la pérdida de sus dos hijos mayores. Su vida continúa con su hijo menor, y en sus nietos y bisnietos.

Hoy vive en su casa del barrio y mirando sus fotografías atesoradas de un pequeño Neuquén. Recuerda a sus alumnos, sus apellidos, y al hacerlo revive etapas de la historia neuquina del siglo XX imposibles de olvidar. En su nombre un pequeño homenaje a todas las madres.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256

“Blanca se casó con Marcial en 1945 y arribaron a esta ciudad en 1953 con sus dos hijos mayores, Rubén y Lelia Norma; Leandro Héctor nació en estas tierras”.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256