Caso Ailín: esperó cinco horas para asesinarla

Lo reveló el fiscal Pablo Vignaroli al acusar a Andrés Farías de matar a la joven. La teoría es que aguardó en la terraza del edificio hasta sorprenderla, golpearla y darle dos tiros en la nuca.

NEUQUÉN

NEUQUÉN (AN).- En el inicio del juicio por jurados por el homicidio de Ailín García (21), no sólo se reveló ayer la brutalidad con la que fue ultimada, sino que el fiscal Pablo Vignaroli dijo que una pericia realizada al celular del acusado, Andrés Faría (35), reveló que habría aguardado en la terraza del edificio cinco horas para asesinarla.

Faría está acusado del delito de homicidio agravado por alevosía. Así se evidencia en la forma en que fue ultimada la joven, que hacía menos de tres años estaba junto a su hermano Mauro García al frente del frigorífico, que era de sus padres.

El fiscal explicó que el 17 de enero del año pasado Ailín estaba en su computadora, en la oficina del comercio del primer piso. Había llegado del banco. Tenía los auriculares puestos escuchando música cuando recibió un golpe en la cabeza que le fracturó el cráneo.

Estando inconsciente fue cargada a otra oficina que hace de depósito en donde la amordazaron, le ataron las piernas a la altura de las rodillas y las manos a la espalda, con un cordón. Fue entonces cuando recibió dos disparos calibre 22 en la nuca.

El crimen se produjo entre las 11:15 y las 12:30, entre que su madre Mirta Lavaccara se fue a cocinar y su hermano, que estaba en la planta baja, comenzó a llamarla para pedirle cambio sin tener respuesta. Quince minutos después la encontró en el piso del depósito. “Pensé que estaba dormida”, contó.

Ayer declararon el padre de Ailín, Jorge García, su madre Mirta, su hermano Mauro, una empleada del estudio jurídico que trabajaba con ellos, Eugenia Segovia, y una amiga de Ailín, Noelia Vecchi.

El relato de Mirta, cortado por el llanto, fue desgarrador. Reveló que “Faría le dijo a otros empleados que estos pendejos no lo iban a mandar a él, que tenía 20 años de antigüedad”.

Mauro dijo: “Ailín echó a Faría y le hizo una denuncia porque cobró una deuda del frigorífico después de despedido”.

Vecchi reveló que tras que la joven despidió en noviembre de 2012 a Faría del comercio, sospechado de planear un autorobo, “tenía miedo porque empezó a recibir llamadas al fijo del frigorífico y al celular en las que la amenazaban”.

Añadió que “Ailín me contó que otro empleado le dijo que Faría le había mandado a decir que la iba a matar por haberlo despedido”.

La joven fue ultimada en un sector al que se accede por una puerta magnética que estaba cerrada desde adentro. Para llegar allí se debe pasar al lado de la caja registradora, donde Mauro juró que no vio a nadie. Contó que en la planta alta encontró la puerta de la terraza abierta de par en par, y explicó: “Pensé que Ailín había salido a fumar, porque es lo que a veces hacía”.


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