Chau, Cartero

Dos metas lo desvelaban, pero dijo basta. Karl Malone, uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA, anunció ayer el retiro de la actividad y su carrera, brillante en números, quedó con un par de deudas que seguramente irá a parar al rincón más triste de su rancho de Arkansas. El “Cartero” se fue sin títulos en 19 temporadas y se quedó con las ganas de superar al legendario Kareem Abdul-Jabbar en la tabla histórica de goleadores. Sólo 1.459 puntos (38.387-36.928) separan a Karl del ex pivote de Los Angeles Lakers, en una marca que difícilmente pueda ser superada. Después de 18 años en Utah Jazz y con dos finales perdidas ante los Bulls de Michael Jordan, en años consecutivas, Malone se jugó la última carta y en el 2003 marchó a los Lakers, por el ansiado anillo. También influyó el retiro de su compadre John Stockton, a quien trató de convencer, pero finalmente no pudo. Los angelinos armaron una constelación de estrellas pocas veces vista, pero murieron en el intento. Llegaron a la final y en el momento donde se necesitaba mucha frialdad, todo se derrumbó. Las peleas de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant, las diferencias del plantel con Phill Jackson y el bajo nivel de Gary Payton salieron a la luz en plena definición con Detroit, que se quedó con toda la gloria. En el receso, varios equipos se interesaron en el veterano Karl (cumplirá 42 el 24 de julio), pero ninguno se la jugó. Y él, con el título entre ceja y ceja, apostó todo por San Antonio. El técnico Gregg Popovich nunca le dio el visto bueno y el “Cartero” quedó a la deriva. El manotazo de ahogado fue el 6 de febrero, cuando una fuerte versión indicó que su ingreso a los Spurs de Emanuel Ginóbili era concreto. Nada de eso ocurrió y la semana pasada su representante Dwight Manley dio las primeras pistas de un adiós que se confirmó ayer. Malone pasó a ocupar la agridulce lista de “los campeones que no fueron”. En equipo o en soledad, algunos deportistas se fueron con cierta tristeza. Están en el recuerdo como los mejores, pero al fin y al cabo, no lo fueron. Quién puede poner en duda a Giles Villeneuve en la F-1, a Guillermo Vilas y Mirolsav Mecir en el tenis o a Holanda en Mundial de fútbol del 74. En su tiempo, fueron invencibles, pero les falto ese toquecito final. Con su partida, Karl Antonio Malone se lleva una campaña espectacular. Dueño del oro olímpico con el “único” Dream Team (‘92), incluido entre los 50 mejores de la historia, once veces elegido en el equipo ideal de la NBA, dos premios MVP en el torneo y otro tanto en el All Star. Seguramente, cambiaría todo por un anillo, pero no pudo ser. (C.H.)

EL DATO 1.459 Son los puntos que le faltaron para alcanzar a Abdul-Jabbar, en la tabla histórica, en una marca muy difícil de superar.