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Por qué están amenazadas las lagartijas en Patagonia

En Neuquén se han encontrado 54 especies de lagartijas y en Río Negro. Cuáles son los factores que las alteran, según un científico del Conicet.

Redacción

Por Redacción

Neuquén y Río Negro son dos de las provincias con más especies de lagartijas descriptas en la Argentina. En Neuquén se han encontrado 54 especies y en Río Negro, 50, según contó el científico Luciano Javier Ávila, investigador principal del Conicet y experto en herpetología, que es la disciplina que estudia reptiles y anfibios.

Junto con la científica Mariana Morando, el doctor en biología Ávila fue editor del libro “Lagartijas de la Patagonia. Diversidad, sistemática, biogeografía y biología de los reptiles del fin del mundo”.

Fue publicado por la prestigiosa editorial internacional Springer, que lanzó a nivel mundial una serie de libros científicos dedicados a la Patagonia.

En el libro también participaron un grupo diverso de investigadores sudamericanos especialistas en diversidad, sistemática, ecología y paleontología.

Los científicos Mariana Morando y Luciano Ávila investigan los reptiles y publicaron un libro a nivel internacional con la editorial Springer (CENPAT/Conicet).

En Patagonia Norte hay más diversidad de lagartijas que en Patagonia Sur. “Pero lo interesante de Patagonia es la gran cantidad de especies que sólo se encuentran en lugares geográficamente muy pequeños. Hay algunos grupos muy particulares de lagartijas que sólo se encuentran restringidos a ambientes de estepa patagónica bastante específicos”, explicó a RÍO NEGRO Ávila, que trabaja en el Instituto Patagónico para el Estudio de Ecosistemas Continentales, del CENPAT/Conicet en Puerto Madryn.

Hoy las poblaciones de lagartijas enfrentan amenazas. “Las amenazas más importantes provienen de la alteración de hábitats naturales. Las especies endémicas de lagartijas de la zona que ocupa lo que se llama Vaca Muerta son las más amenazadas, en particular las del Volcán Auca Mahuida y las del Bajo del Añelo. Pero en general toda la explotación de gas y petróleo produce mucho daño ambiental para toda la fauna y flora en general. Y no hay medidas de conservación u ordenamiento territorial que se respete”, afirmó el científico.

También Ávila mencionó que “el crecimiento urbano en ambientes sensibles como la zona de Las Grutas, para donde se describió otra especie endémica hace algunos años, también son una amenaza importante. El crecimiento urbano tampoco tiene mucho control”.

En Neuquén -agregó Ávila- “es particularmente dañina la implementación de la forestación con especies exóticas en ambientes naturales, y las enormes represas construidas en los ríos neuquinos destruyeron también grandes extensiones de ambientes sin la implementación de medidas compensatorias que son usualmente implementadas incluso en cualquier país del Tercer Mundo. Estas medidas permiten implementar áreas protegidas aledañas en ambientes similares a los dañados, pero eso no existe en Neuquén”.

La Lagartija del Escorial habita en Neuquén, Mendoza y La Pampa.

El investigador aportó soluciones: “Se debería realizar un ordenamiento territorial que asegure la preservación de vastas extensiones de ambientes naturales. Eso ayudaría muchísimo simplemente habría que considerar el manejo que se hace en los Estados Unidos sobre vastas extensiones en el Oeste. La implementación de áreas protegidas de jurisdicción nacional son fundamentales. Porque la implementación de áreas protegidas naturales de jurisdicción provincial están muy sujetas a vaivenes políticos y a los intereses de los grupos de poder económico”.


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