Avanza la investigación por el hombre asesinado en el boliche Mirtha Bailable

Ayer se llevó adelante la audiencia de control de acusación por el homicidio de Leonardo Guzman, que en junio del año pasado fue asesinado en un local de Cinco Saltos llamado Mirtha Bailable, en el paraje El Arroyón, en Cino Saltos. El caso fue calificado como un homicidio simple.

Ayer participó de la audiencia el fiscal del caso, Martín Pezzetta, el defensor del acusado como autor material, Carlos Vila Llanos, la defensora de los demás imputados Silvana Ayenao y el querellante particular, Pablo Barrionuevo.

La acusación fiscal los acusados son cinco: uno de ellos fue señalado como el autor material del hecho, dos como partícipes primarios, es decir que su colaboración fue necesaria para llevar a cabo el crimen, y los otros dos fueron partícipes secundarios y son acusados de haber ayudado a los tres primeros a escapar.

Pezzetta adelantó que para el juicio se convocará a trece testigos, incluyendo al hermano de la víctima, personal del boliche adonde ocurrió el hecho, profesionales médicos que atendieron a la víctima y que realizaron la autopsia sobre el cuerpo de Guzman, y policías que intervinieron en distintos procesos de la investigación.

De la calificación legal se desprende que la pretensión punitiva, que será de ocho años como mínimo para uno de los acusados, el representante del Ministerio Público pidió la intervención de un Tribunal Colegiado conformado por tres jueces profesionales. El Juez de Juicio, Guillermo Baquero Lazcano anunció que el juicio deberá comenzar en un plazo no menor a 10 días y no mayor a dos meses.

El hecho ocurrió el pasado 19 de junio de 2017 cerca de las 2:30, en el interior del boliche “Mirtha Bailable”. Leonardo Guzman se dirigió al baño y mantuvo una conversación con dos de los imputados. Le hizo señas a su hermano para que se acerque al lugar, pero cuando éste último se aproximaba hacia los nombrados, fue golpeado por sorpresa desde el costado, por parte de uno de los acusados que le dio un puñetazo en la cara. Por este golpe cayó al piso y recibió una paliza.

Según la hipótesis de la acusación, el hombre que fue señalado como el autor material del homicidio aprovechó esta situación y tomó una daga de unos 30 centímetros de largo y le asestó varias puñaladas, una de ellas en la zona del tórax le provocó la muerte. Mientras se daba esta golpiza los demás implicados le habría propinado patadas al joven fallecido mientras permanecía tendido en el suelo.

Posteriormente, los tres escaparon del lugar en una camioneta Ford Ranger blanca y una motocicleta, lo que habría sido posible gracias a la ayuda de una mujer y otro hombre que los habían acompañado esa noche y que se encuentran imputados como partícipes secundarios.